La caída de un techo en Cruces, 32 confirma el mal estado en el que se encuentra la casa

Los peores presagios de los vecinos del número 32 de la calle Cruces pudieron cumplirse ayer. Si el sábado los inquilinos de este inmueble del Barrio Alto de la ciudad denunciaban el estado de abandono en el que se encontraba el edificio, ayer mismo, a las nueve de la mañana, parte del techo de una de las habitaciones se venía abajo y caía sobre uno de los residentes que se encontraba en ese momento durmiendo.

«Escuchamos primero un hormigueo y de repente un ruido horroroso que nos despertó». Una esquina del techo de uno de los dormitorios se caía sobre los pies de Joaquín que, en esos momentos, estaba dormido. El inquilino no sufrió daños de gravedad pero fue atendido en el Hospital Santa María del Puerto por precaución. Al domicilio acudieron efectivos de Bomberos que se encargaron de retirar los cascotes y limpiar la parte afectada, acompañados de Policía Local.

El incidente de ayer hizo que las diez familias de Cruces recordaran el derrumbe del muro lateral que sufrieron en febrero a causa de las obras que se estaban desarrollando en la finca colindante. Entonces, ante la caída de toda la pared, fueron desalojados del inmueble durante tres días hasta que se les arregló la vivienda y los técnicos pudieron garantizarles su seguridad.

Ayer mismo, en este periódico, los inquilinos de Cruces, 32 denunciaban que la vivienda seguía en mal estado y que las grietas que se habían abierto en febrero, aún no habían sido cerradas por la constructora responsable de los daños. Según explicaban, la parte del techo que se cayó ayer se sustenta sobre uno de los pilares que fue reforzado tras el derrumbe de febrero.

Visita del alcalde

Los vecinos de Cruces tuvieron oportunidad de trasladarle su preocupación al alcalde que visitaba el inmueble una vez que conoció la noticia. Según lamentaron los vecinos, el primer edil les comentó que la responsabilidad del estado del edificio «no era del Ayuntamiento sino de la propietaria y la constructora».

Al encontrarse «indefensos», una de las vecinas afectadas acudía a la Policía Nacional y ponía una denuncia. A la constructora, por los daños que han generado en la vivienda las obras que ejecuta en la finca colindante, a la propietaria del inmueble, por no ocuparse de los arreglos que han solicitado reiteradamente los vecinos, y al Ayuntamiento, al considerar que no les ha escuchado ni ha mediado en el asunto. Justamente ayer se cumplían dos meses del primer derrumbe del muro. «Lo que hicieron aquí fue parchear pero no lo debieron de hacer muy bien cuando se ha vuelto a caer», lamentaba una de las vecinas.

Obras paralizadas

Como se recordará, tras el primer derrumbe las obras causantes del incidente no fueron paralizadas. Pero, como ya indicaban ayer los inquilinos de Cruces, dichos trabajo sí llevan ahora un mes paradas, sin que se haya indicado aún el motivo exacto.

Estas obras, que se ejecutan en el solar del Cine Moderno, fueron denunciadas por Izquierda Unida y tienen un expediente abierto por la delegación de Cultura. Según IU, la citada licencia fue concedida con un informe en contra de la Consejería de Cultura, en la que se advertía que el proyecto propuesto no podía admitirse, por suponer una edificabilidad mayor que la existente. Esto es contrario al actual Plan urbano que no tiene desarrollado su Plan Especial de Casco Histórico.

Según la denuncia, el alcalde concedió dicha licencia por decreto con informes contrarios.