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FELIZ. Michael Schumacher festejó la que es su séptima victoria en Imola con su tradicional salto sobre el podio. / REUTERS
GRAN PREMIO DE SAN MARINO

Schumacher se impone a Alonso en un duelo épico

Los dos pilotos revivieron el gran duelo protagonizado la temporada pasada Un error de Renault en la segunda parada privó al asturiano de su tercera victoria

J . M. RUBIO/COLPISA. IMOLA
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El apasionante Gran Premio de San Marino deparó una lucha espectacular entre dos campeones del mundo, Michael Schumacher, en siete ocasiones, y Fernando Alonso, una vez. Con la victoria del alemán y el segundo puesto para el español, con Juan Pablo Montoya en tercer lugar, el Mundial se va aclarando en lo que será la lucha hasta el final. Michael dependerá del rendimiento de sus neumáticos Bridgestone, que aquí rodaron perfectamente, McLaren ha de esperar a sus evoluciones de motor y chasis, que parece van a llegar enseguida, y Alonso como siempre, en el podio, constante y sin fallos, se convierte en el más sólido candidato al título.

En esta emocionante carrera, terminaron también en los puntos Felipe Massa cuarto , Kimi Raikkonen quinto, Mark Webber sexto, Jenson Button séptimo y Giancarlo Fisichella octavo. Michael y Fernando batallaron sin descanso hasta el final de la carrera, demostrando que son los dos mejores pilotos del momento.

El Mundial de pilotos continúa encabezado por Fernando con 36 puntos, los mismos con los que contaba el año pasado tras los cuatro primeros Grandes Premios. Michael Schumacher es ahora segundo con 21, después de superar a Fisichella y Raikkonen. En el de constructores, Renault es aún más líder con 51, seguido de McLaren con 33.

En el paddock no se habla más que del futuro de Michael Schumacher, de alguna manera pieza clave para el baile de pilotos de 2007. Pero después de lo demostrado este pasado fin de semana en Imola, parece que tenemos al kaiser para más tiempo. Él mismo ha declarado siempre que continuará en la Fórmula Uno mientras que se divierta, y después de lo que hizo en la carrera puede estar seguro que continúa teniendo un lugar importante en este 'circo'.

Con 37 años, y después de ser el rompe récords, ya que en sus manos tiene casi todos, salvo los de juventud, Schumacher demostró en Imola que tiene cuerda para rato. El sábado celebró la pole como si fuese la primera, y el domingo saltó en el podio más que nunca. Ayer ganó delante de los miles de seguidores de Ferrari. Dentro de dos semanas puede hacer lo mismo en su país, Alemania, en el circuito de Nurburgring, donde es probable que anuncie su continuidad dos años más. Hacía mucho tiempo que no lograba una victoria, ya que la anterior fue el año pasado en el 'extraño' Gran Premio de Estados Unidos, dónde solamente corrieron seis monoplazas. Pero este triunfo, en Imola, fue a lo grande, con un Fernando Alonso pegado a sus talones y atacándole desde el principio hasta el final.

En Imola, el equipo Ferrari apareció con numerosos cambios: motor, neumáticos, suspensiones, alerones.... Un sinfín de novedades que desde luego dieron sus frutos, sobre todo en el coche de Schumacher. Habrá que ver si en las siguientes carreras ocurre lo mismo, o lo de ayer ha sido sólo un 'espejismo', por el gran conocimiento del terreno y la cercanía de la sede del equipo.

Accidente en la salida

Michael Schumacher aguantó bien su 66ª pole position, seguido de Button, mientras que Barrichello, que ocupaba la tercera posición, fue superado por Massa y Alonso. Pero inmediatamente se produjo un aparatoso accidente: Ide tocó la parte trasera del Midland de Albers y le hizo dar varias vueltas de campana hasta quedar boca abajo a un lado de la pista. El piloto pudo salir sin problemas de su monoplaza y ambos dijeron adiós al Gran Premio.

Pronto el coche de seguridad entró en boxes y se relanzó la salida, en la que Fernando sabía que tenía que acercarse lo más posible a Massa y no perder de vista a los dos primeros: Michael y Button. Michael comenzó entonces a marcar vueltas rápidas, sabiendo que tenía que distanciarse lo más posible de sus rivales, puesto que sólo él y su equipo sabían la cantidad de combustible que llevaba en el depósito.

Entradas en 'boxes'

El primero en entrar en boxes fue Barrichello, al que siguió el segundo clasificado, Jenson Button. Estaba claro que los Honda habían hecho la calificación con poca gasolina, y eso les empezó a pasar factura. Los dos Ferrari rodaban en cabeza, con Alonso por detrás a menos de un segundo de Massa, hasta que el brasileño hizo su entrada, seguido una vuelta después por Schamacher. Ese momento, en la 20, fue uno de los instantes claves de la carrera, ya que las vueltas en las que Fernando iba a estar rodando antes de su entrada en boxes serían muy importantes. Necesitaba sacarles el mayor tiempo posible, para poder colocarse primero. Fernando entró en su box cinco vueltas más tarde, y sólo pudo superar a Massa y colocarse segundo tras Michael, al que tenía a once segundos.

Ahí comenzó la lucha titánica de Fernando tras Michael; vuelta a vuelta se iba acercando al Ferrari del alemán, al que sacaba casi un segundo a cada paso por meta, ya que el Ferrari tenía problemas de neumáticos. Por detrás, Massa, en la cuarta posición, también veía como Montoya se le acercaba peligrosamente. Y es que los Ferrari habían bajado sensiblemente el ritmo después del primer cambio de neumáticos. Tanto, que unos minutos después Fernando ya tenía a Michael a solo dos décimas de segundo por delante. Si el primer repostaje y cambio de neumáticos de Schumacher había sido cinco vueltas antes que el de Alonso, y el tiempo en boxes de ambos pilotos fue similar, por lógica Michael tendría que volver a parar antes. El Ferrari era muy lento, tanto que se les acercaban pilotos que rodaban por detrás, e incluso los doblados.

Entonces, en Renault cometieron el error de la carrera. Decidieron cambiar de táctica y no esperar más: llamaron a Fernando a boxes en el giro 41, Massa entró una vuelta después y en la siguiente lo hizo Schumacher, que calcó la táctica sobre la de Alonso, ganando así gracias a ello. En Ferrari fueron más inteligentes y aprovecharon la entrada del español para hacerlo inmediatamente después, y esto les permitió que Michael saliera justo delante de Fernando, impidiendo así que Alonso le superara en los boxes.

Última oportunidad

Quedaba la última parte de la carrera, y ya no habría más entradas en boxes. La única forma de superar a Michael era en la pista, y eso ya se vio el año pasado que era casi imposible si el de delante no cometía un error. Una temporada atrás ocurrió todo lo contrario, ya el kaiser persiguió al español durante varias vueltas sin conseguir superarlo. Esta vez, empero, a Fernando sólo le quedaba esperar que de nuevo los neumáticos de su rival se degradasen o que cometiera algún fallo. Y no ocurrió así, sino todo lo contrario. Los Bridgestone se comportaron a la perfección, en conjunto con la nueva evolución del motor Ferrari y de todos los cambios que habían introducido en el vehículo.

El asturiano le 'metía el morro' en cada curva, pero era imposible. «No quise arriesgar», comentó Fernando tras la carrera, y así fue como continuó tras él hasta que a tres vueltas del final se salió un poco en la chicane Villeneuve, se subió al piano, y perdió dos segundos. Pudo continuar sin problemas hasta cruzar la meta, pero lo tuvo que hacer tras el heptacampeón. La carrera fue emocionante entre los primeros y lo incomprensible es que en Renault, que esta vez contaban con la ventaja de seis vueltas más de gasolina para Fernando, lo que le penalizó en la calificación, no aprovecharan la circunstancia, sabedores de que el que para primero tiene desventaja siempre. Alonso poco pudo ante el cambio de estrategia de Ferrari, que calcó la suya sobre la de Renault, y además despistó a todos, ya que incluso en Renault pensaban que los coches italianos iban a tres paradas.