Podíamos haber arriesgado más

Afrontábamos el partido con mucha ilusión tras la victoria de la semana pasada, pero nos llevamos una pequeña decepción. Uno de los culpables ha sido el mal tiempo, que nos ha perjudicado más que al Deportivo, equipo acostumbrado a jugar en terreno mojado; su gol convirtió el diluvio en todo un chaparrón. Al igual que en Zaragoza, su tanto vino precedido por un error en el marcaje al poco de comenzar el partido y nos obligó de nuevo a buscar la remontada. Sólo que esta vez no acompañaba la climatología. El agua provocó muchas imprecisiones y malos controles en nuestro juego y eso benefició mucho a los gallegos de cara a defender el resultado.

Sin duda, faltó más verticalidad de cara a la portería rival. Pavoni fue de los pocos que la buscó, bajando a recibir el balón y moviéndose con buen criterio en las posiciones de ataque. Por otro lado, tantos toques e individualidades por las bandas no ayudan en nada al equipo ni al juego colectivo.

En el segundo tiempo, el esquema varió merced a los cambios introducidos. Con Oli arriba, se buscó de forma más directa el gol del empate aunque la variación de posiciones que se produjo no ayudó a Lucas Lobos que, tal vez, esté mareado de jugar en tantos puestos diferentes. En el centro del campo, Bezares realizó un gran trabajo pero no se tradujo en oportunidades; continuamos sin tirar a puerta y así no se puede lograr nunca un gol. Únicamente nos acercamos a la portería de Molina con dos tiros de Varela bien dirigidos pero que se produjeron a raíz de dos rechaces de la defensa gallega. Tras el empate de Lobos, y con una clara superioridad numérica, aún nos quedaron diez minutos para ir a por el partido. En mi opinión, se podía haber arriesgado un poco más aunque a la postre es un resultado positivo teniendo en cuenta que, gracias a las derrotas de otros equipos, nos quedamos a dos puntos de la salvación.

Ahora toca el Barcelona. Todos somos conscientes de que es un partido muy complicado pero no podemos perder la esperanza de sacar un resultado positivo. Pese al potencial de los catalanes, no debemos tirar la toalla y hay que luchar por unos puntos que son necesarios para asegurar la permanencia en Primera División.