Abás resalta que tiene la «autoridad» para disolver el Gobierno de Hamás en Palestina
Recuerda que la Constitución palestina le da la "autoridad clara" para liquidar el Ejecutivo formado por el Movimiento de Resistencia Islámica
Actualizado: GuardarEl presidente palestino, Mahmud Abás, ha advertido hoy al Gobierno dirigido por Hamás de que la Constitución palestina le da poderes para disolver al Ejecutivo si lo considera necesario, una amenaza que ha sido rápidamente contestada por el grupo islámico. "No nos iremos en silencio. No participaremos en ningunas elecciones nuevas y volveremos a la clandestinidad, como ya hicimos antes, y no adoptaremos ningún compromiso, ni ninguna tregua, de nadie", ha manfiestado un alto responsable desde el anonimato. "Ser expulsados del poder tendrá un alto precio para todo el mundo, así que esperamos no llegar a ello".
Abás, que se encuentra de visita en Turquía, ha prevenido acerca de que el Gobierno tiene pocas opciones salvo la de negociar con Israel. "La Constitución me da la autoridad clara y definida de retirar al Gobierno del poder, pero no quiero utilizar esta autoridad. Todo el mundo debería saber que por ley este poder está en mis manos", ha afirmado en una entrevista concedida a la cadena de televisión turca CNN-Turk. Asimismo, Abás ha recalcado que Hamás tiene que enfrentarse a los hechos y negociar con Israel o el pueblo palestino morirá de hambre después de que Estados Unidos y la Unión Europea suspendieran el envío de fondos ante el rechazo de Hamás a reconocer a Israel o renunciar a la violencia.
"Hamás tiene que enfrentarse a los hechos y establecer comunicación con Israel", ha reiterado un Abás "preocupado de que la situación se convierta en tragedia en el futuro próximo. Poco tiempo después podríamos estar ante una gran hambruna en Palestina", ha precisado, antes de reconocer que "sin ayuda, no podremos mantenernos por nuestra cuenta durante mucho tiempo". Abás ha comentado que trabajará por una solución con o sin Hamás. "Hamás puede apoyarme o no. Cuando encuentre un camino hacia una solución con Israel, la presentaré al pueblo palestino en un referéndum. El pueblo palestino está por encima de Hamás y de otros políticos".
Crisis de un Ejecutivo ahogado financieramente
Estados Unidos y la UE han suspendido toda ayuda destinada al Gobierno palestino -salvo la que incluye fines humanitarios- por considerar que Hamás no ha cumplido las condiciones necesarias para ser un interlocutor para la paz: renunciar al terrorismo, reconocer al Estado de Israel y aceptar los acuerdos de paz ya existentes. La ayuda internacional es vital para la Autoridad Palestina, y el Gobierno de Hamás no puede pagar los salarios de los 165.000 funcionarios públicos -la Administración es el mayor sector de la maltrecha economía palestina- entre ellos unos 80.000 efectivos de la seguridad que son, en su mayoría, leales a Al Fatah, brazo político del presidente de la ANP, Mahmud Abás. Además, Israel ha suspendido la transferencia mensual a la Autoridad Palestina de la recaudación de impuestos que le corresponde, y que asciende a unos 46 millones de euros al mes.
Las palabras de Abás han alimentado las tensiones en los territorios palestinos, que han sido escenario de enfrentamientos entre militantes de Al Fatah y Hamás a lo largo de todo el fin de semana. Un portavoz del Gobierno, Ghazi Hamad, ha criticado al presidente por lanzar esta amenaza apenas un mes después de la toma de posesión del Ejecutivo, el 29 de marzo. "Esperamos que el presidente Abás proteja a su Gobierno y no haga ese tipo de declaraciones", ha reclamado Hamad en una entrevista desde Ciudad de Gaza. Por su parte, fuentes cercanas a Abás han señalado que la advertencia va dirigida al líder de Hamás en el exilio, Jaled Meshal, que la semana pasada acusó al presidente de "conspirar" contra Hamás, desencadenando los enfrentamientos del fin de semana.
Abás, según estas fuentes, no tiene entre sus planes disolver el Gobierno y sólo lo haría si la situación en los territorios degenera hasta extremos catastróficos. Según la ley palestina, el presidente debería entonces encargar la formación de otro gobierno, que requeriría el visto bueno del Parlamento -dominado por Hamás- y, en caso de que no se logre, podría convocar nuevas elecciones. La amenaza de Hamás de poner fin a la tregua fue a su vez minimizada por un portavoz del Gobierno israelí, Raanan Gissin, quien ha argumentado que Hamás nunca ha reconocido ninguna tregua y "nunca ha renunciado al terrorismo", ya que aunque haya dejado de cometer atentados suicidas coopera con otros grupos, ha asegurado Gissin.