Un foro de la UCA defiende que la Universidad tenga independencia económica

La Universidad debe tener un modelo de financiación que no se base sólo en criterios economicistas, pero que asegure sus necesidades económicas básicas en un horizonte de tiempo lo suficientemente amplio como para que no esté sometido a las coyunturas políticas. Esta es la principal conclusión de la última reunión del Foro UCA. Siglo XXI celebrada en Cádiz, en la que intervino el profesor José Eduardo López Pereira, ex director general de Universidades de la Xunta de Galicia, con la conferencia «La financiación de las Universidades públicas en España: un modelo alternativo».

López Pereira explicó que en una sociedad tan cambiante como la actual y ante los nuevos retos europeos, la Universidad ha de jugar un papel de primer orden, dado que «no hay mejor inversión que la que se hace en educación, no sólo para el propio individuo».

Para ello la Universidad debe contar con los medios suficientes no sólo a la hora de emprender las reformas necesarias para su adaptación al Sistema Europeo de Educación Superior sino también para cumplir su actividad diaria en un nuevo contexto social que le exige «calidad y excelencia».

El ex director abogó porque el Gobierno asegure la financiación de la Universidad «antes que imponer un plan de racionalización de la misma», ya que esta fórmula contraria «llevaría a una política de corte economicista ajena a la propia esencia de la Institución».

López Pereira argumentó que no todo es cuantificable en términos estrictos de mercado, sino que la Universidad propicia actitudes y valores positivos: favorece la libertad de pensamiento y de acción; logra el entendimiento entre las personas, los grupos y las naciones; dispone a la persona para el disfrute de las expresiones artísticas y culturales y mejora la educación familiar en segunda y tercera generación, entre otras acciones destacables.

Formación integral

Los objetivos y resultados de la institución universitaria, continuó, «no pueden medirse solamente por su valor crematístico o pragmático» a menos que quiera perder lo que debe ser «su esencia»: la formación integral del individuo.

El profesor se mostró crítico con una financiación que se haga en razón del número de alumnos, ya que está demostrado que hasta 2016 la cifra de alumnos va a descender enormemente, lo que acabaría estrangulando los presupuestos de las universidades. Por todo ello, defendió un modelo que asegure las necesidades básicas, con carácter plurianual y con un horizonte temporal que no le haga depender de la coyuntura política. López Pereira también dio un toque de atención a los rectores y equipos de dirección, que deben luchar intensamente por defender los intereses de sus universidades frente a las del poder político. El debate posterior a la charla acentuó la necesidad de despertar una conciencia crítica y de legítima defensa de sus intereses en el profesorado, PAS y alumnos de la UCA.