LA PREVIA DE MANOLO SANTANDER A la gallega
Actualizado: GuardarFreidor gaditano, territorio gallego. No creo que exista algo más gaditano que un freidor, y no existe un freidor que no tenga un gallego detrás. Es la fusión Cádiz y galicia y no hay otra fusión tan exitosa como esta. Esos freidores que eran locales pequeños, de una sola puerta, con una cristalera para la calle, donde siempre había dos acedías puestas de pie, nadie sabe que fue antes, el freidor o las dos acedías, eran eternas. Y dentro la magia; nada era lo que parecía. Chocos que no eran chocos, cazón que no era cazón, pero que al pasar por las manos del gallego se convertían en lo mejor del mundo.
Me quedaba embobado viendo con la maestría y desprecio que el gallego sacaba la bandeja de pescado de la cocina y la volcaba contra el cristal, y la habilidad que tenía, con esas pinzas, para coger, dos tajas de cazón caliente y una fría, ¿magia! Qué arte haciendo los cartuchos para echar el pescado, qué arte cuando achataba el pico del cartucho contra el mostrador para no partir el plástico. Esos gallegos, que aunque llevan toda su vida en Cádiz, jamás perdieron su acento, ni los dos cachetes colorados, gaditanos de Galicia. El freidor siempre estaba al lado de un bar, de esos antiguos, de paredes de azulejos y mesas de hierro y mármol y dos millones de moscas, no tenían tapas y allí era el sitio ideal para comerse el pescado, en otro sitio no sabía igual.
Recuerdo el de la Plaza de las Flores, Los Gallegos, que tenía fama de tener los camareros más feos de Europa, por cierto, que los que paraban allí fueron los primeros, ultras, pues se ponían en el fondo norte antiguo con un acordeón y con la música de la canción de Manolo Escobar, ¿que viva España! Ellos ya lo cambiaban por ¿que viva el Cádiz! Qué recuerdos. Os juro que estoy escribiendo esto, y me llega el olor del pescaito y del vino de las botas de madera. Ahora han perdido el encanto, más bien parecen Mc Donalds de pescado frito.
Bueno, pues hoy nos visitan sus paisanos, el Coruña, y es todo un papelón, y no precisamente de pescaito. Puede ser que el equipo de Lendoiro, que por cierto tiene cara de tener un freidor, no tenga brillo de hace un par de años, pero no nos creamos que van a ser pan comido, todo lo contrario, son como una tajaita de choco que como no se mastique bien se te puede atragantar. Para colmo, el gallego ha contratado como cocinero al sevillano Caparrós, que sin tener las figuras de antes le ha dado al equipo, una contundencia y jocosidad. ¿¿Un papelón!!
Pero, que creían ustedes, que esto iba a ser fácil, nunca lo ha sido, y podemos darnos con un canto en los dientes. Porque transcurriendo la Liga como ha transcurrido, estamos vivos de milagro y podíamos pensar que hoy empieza la Liga y tenemos todas las posibilidades intactas. No dependemos de nadie, seremos lo que seamos capaces de hacer. Ha llegado la hora de los valientes, el Cádiz, que le gusta tanto el calendario gaditano, o sea sumarse a todos sus fiestas. El domingo no quiso fallar y para apoyar a las cofradías en el pitote, que la ha formado el cura de San Antonio, va y resucita en Zaragoza, sorprendiendo a propios y extraños, y a todos los siesos que nos veían ya en segunda. Para colmo todo el estadio de la Romareda aplaude a Lucas Lobos cuando es sustituido, algo que no le pasaba al Cádiz desde los tiempos de Mágico, bueno y de Chico Linares que aplaudíamos nosotros.
El señor Espárrago fue más amable con la prensa y más optimista con nuestro futuro, que es el suyo. Y la prensa nacional, pues el resto del año, sólo nos ha tomado como los graciosos del campeonato, ya han empezado a tomarnos en serio, y a rememorar nuestras hazañas. La cosa ha dado un giro, o lo parece, o es que estábamos locos por ver nuestro Cádiz el de los finales a corazón abierto, a tumba abierta, por favor que no sea un espejismo.
Silverio, es el gallego del freidor que ha sobrevivido en mi barrio, y aunque ya no es lo que era, pues vende pollos asados, chicharrones, patatas fritas y todo lo que se pueda comer, el tío intenta mantener como puede las antiguas tradiciones y lleva en su cara esos dos coloretes que parece que le han dado un pellizco con dos alicates a presión. El tío es de la Coruña a muerte, pero esta semana, me ha sorprendido, que no me haya dado las cargas de costumbre, con es gracia innata en los gallegos o sea pa darle un ladrillazo en la boca, ni risitas cargantes, ni recortes de prensa pegados en los azulejos donde nos ponían como los trapos, ¿nada! Y el viernes de forma sigilosa y para mi sorpresa, ha colocado una bufanda del Cádiz encima de la lista de precios. Él, al verme totalmente sorprendido, y con la baba cayéndome por la boca me dijo: mira rapaziño, yo nací en Galicia, pero vivo en Cádiz, mis amigos sois de Cádiz, mis hijos han nacido aquí, y todo lo malo que le pase al Cádiz me repercute a mí. Una cosa son las bromas y otras las serias, y ahora ha llegado el momento serio, y hay que defenderlo y empujarlo hasta el final y yo no voy a ser menos. ¿O qué te crees? ¿Que yo soy tan gaditano como tú, así que hoy a comernos al Coruña, pero por favor comérselo a la gallega! ¿¿Ole, vivan los gallegos de Cádiz!!