Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizActualidad
UN JEFE DISCUTIDO. Abú Samhadana, a la izquierda, se sienta junto a varios milicianos en una fotografía tomada en julio. / REUTERS
MUNDO

El presidente de la ANP, Mahmud Abbas (Abú Mazen), canceló ayer la decisión del ministro del Interior palestino, Said Siyam, de crear una nueva policía integrada por activistas de todas las facciones y supervisada por el miliciano Yamal Abú Samhadana, que obedecería las órdenes de Hamás. Abú Mazen aborta el intento de Hamás para crear una policía con activistas

El presidente de la ANP no está dispuesto a que los radicales controlen ninguno de los cuerpos de seguridad Israel dice que ningún ministro palestino tiene inmunidad

EUGENIO GARCÍA GASCÓN/JERUSALÉN
Actualizado:

Abú Mazen trata de esta manera de atajar las pretensiones de Hamás de controlar al menos un ente de seguridad, una posibilidad que hace unas semanas abortó el presidente de la ANP al sustraer al movimiento radical los tres cuerpos policiales que hasta entonces dependían de Interior.

Los últimos movimientos políticos en la escena palestina confirman que estamos ante el peor enfrentamiento hasta la fecha entre Abú Mazen y Hamás, algo que refleja una lucha de poder que ahora ha pasado al frente de las fuerzas de seguridad y en la que nadie quiere dar su brazo a torcer.

El presidente se ha alineado claramente con las posiciones de Israel, Estados Unidos y Occidente en general, que desean bloquear las actividades del Gobierno mientras el Ejecutivo fundamentalista no reconozca a Israel y condene la lucha armada.

El aislamiento de Hamás es cada día mayor y el Gabinete de Hanniya ni siquiera dispone del dinero necesario para pagar los salarios de los funcionarios de la ANP, lo que podría conducir a corto plazo a una revuelta interna contra Hamás, o, según comentan analistas, al menos eso es lo que parecen buscar tanto Abú Mazen como Israel y los países occidentales.

Caos en Gaza

El ministro del Interior, Said Siyam, no actuó el jueves sin consultar a Hanniya a la hora de anunciar la creación de una Policía que dependería directamente de Hamás y, en sus palabras, se encargaría de velar por la seguridad y acabar con la delincuencia común que asola la franja de Gaza.

En los cuatro puntos cardinales de Gaza abundan los grupos armados que imponen su voluntad ante la pasividad de las fuerzas de seguridad que dependen de la ANP y que no hacen absolutamente nada para establecer el orden. Siyam designó con mucho ojo a Abú Samhadana como director general del Ministerio del Interior. A sus 43 años, es un miliciano respetado en Gaza y que pertenece a Fatah y no a Hamás.

Pero Abú Samhadana figura en segundo lugar en la lista de activistas más buscados por Israel a causa de que su grupo, los Comités de Resistencia Popular, se han significado como una de las milicias que más cohetes Qasam han disparado contra territorio hebreo. Varios dirigentes judíos manifestaron ayer que «no disfrutará de inmunidad» con el nombramiento, y el ex jefe del Mosad, Dani Yatom, incluso afirmó que los ministros palestinos no están a salvo y pueden ser asesinados en cualquier momento.

Abú Mazen, que tiene en sus manos todos los poderes, ni siquiera tardó veinticuatro horas en anular las decisiones del ministro del Interior argumentando que «viola la ley». Ahora Hamás tendrá que evaluar qué respuesta da y si hace frente al presidente de la ANP. En cualquier caso, cada día que pasa está más claro que los fundamentalistas son incapaces de gobernar debido a acoso interior y exterior.