«Me he hartado de llorar»
Actualizado: GuardarVan ya para cinco años desde que Magdalena Roldán -una de las vecinas de Arbolí, 21- tuvo que dejar su casa. Con 73 años vive en casa de su madre, que ya falleció, con todas las incomodidades de un traslado que iba a ser provisional y que se ha prolongado mucho más de lo esperado.
Por eso a estas alturas ya se le ha agotado la paciencia. «Esta mañana me he hartado de llorar», confiesa.
En los dos últimos días, ella ha acompañado a otras vecinas de administración en administración para ver quién podía darles una solución. «Yo siempre digo que el que está harto nunca se acuerda del que pasa hambre», comenta Magdalena con resignación y agrega: «A ver cómo se iban a sentir ellos si no tuvieran luz en sus casas».
En el piso que ahora habita no disponde lavadora ni de frigorífico, por eso estas semanas desde que le dieron las llaves de su piso se le han hecho eternas.
Hartas de recibir largas en el Ayuntamiento y en Eléctrica de Cádiz -donde les aseguran que el Ayuntamiento tiene de plazo hasta tres meses para conceder el permiso- se han marchado a la Junta, «para ver si nos soluciona algo». Pero en la Oficina de Rehabilitación nadie les ha recibido.
Magdalena asegura que estará hoy, junto a sus vecinos, a la puerta del Ayuntamiento «para ver si así hacen algo».