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La Pepa, de desayuno escolar
La alcaldesa explica a alumnos del colegio Argantonio el significado de la Constitución de 1812 y los niños le lanzan una batería de preguntas
Actualizado: GuardarTurno de preguntas. La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, tiene reunidos a unas decenas de niños de quinto curso del colegio Argantonio. De desayuno, unas suculentas tostadas con aceite de oliva y un zumo o batido de tetrabrick. La idea es hablar a los niños -que hoy tienen 12 años y que en la celebración del Bicentenario ya podrán votar- de lo que significó la Constitución de 1812.
«¿Nadie se anima?», pregunta Teófila. Una niña es la primera, pero no habla de la Constitución, ni de la democracia, sino del carril bici que recorre la avenida Juan Carlos y pregunta por qué no se puede ir en él hasta el centro.
Después surgen más preguntas y ya es difícil pararlo. Los niños sostienen el brazo levantado durante minutos e incluso, uno de ellos, ya en confianza, confunde los cargos y la llama «seño», ante las risotadas de sus compañeros.
Llegan algunas preguntas sobre la democracia y el 2012, pero en realidad, lo que a ellos parece interesarle son dos cosas: el Cádiz Club de Fútbol y los detalles personales.
Preguntas de fútbol
Sobre lo primero, son los niños los que se lanzan: ¿Por qué los jugadores se vistieron de verde el día de la provincia?, ¿cuándo van a tirar el fondo norte?, ¿y la tribuna? La alcaldesa va contestando una a una las preguntas, tratando de adaptar su lenguaje a los pequeños, aunque de vez en cuando se le escapan algunos términos como «licitar», «refuerzo de pilares», «ponente».
En cualquier caso, los alumnos demostraron estar más al día de lo que cualquiera podía imaginar y así lanzaron preguntas sobre el segundo puente, la rehabilitación de edificios en el casco histórico, la democracia o el paseo de Puntales-La Paz.
Hubo alguno que se interesó por «la antorcha de la plaza España» y otro, por «la carrera que hay que estudiar para ser concejal». «No hay que ir a la universidad -respondió Teófila- porque todos los españoles somos iguales».
Pero también llegaron las preguntas personales, con esa naturalidad con la que sólo puede hacerlo alguien que aún no ha interiorizado los códigos sociales. Trataban así de satisfacer su curiosidad sobre la edil, a quien siempre se dirigían con el título de «señora alcaldesa».
«Sí, yo nací en Santander, pero siempre me llamaba la atención cuando oía que aquí vinieron 100 familias de Santander con Alfonso X El Sabio y dije 'Yo quiero vivir en Cádiz'», le respondió a una de las niñas.
«Un poco crudo»
Respecto a cómo llegó a ser alcaldesa: «Primero no era tan joven como Eloísa Zilbermann.Yo lo tenía un poco crudo cuando me presenté. No me conocía nadie, así que tuve que pelearlo e ir casi de casa en casa presentándome».
Al finalizar, ya delante de las profesoras (Mariló y María José) como únicos testigos, llegan las conclusiones: «Sí, hemos entendido lo que ha dicho la alcaldesa», dice un niño con aire de satisfacción «pero pregunta a éste, que es el que habla siempre en la clase». «Éste» -un niño rubio, menudo y con cara de no romper ni una pieza de la vajilla- también lo ha entendido. A la pregunta de cuál ha sido lo más importante de la charla, no lo dudan: «Lo que nos ha contado del Estadio», pero a continuación otro, tras dar un codazo a su compañero añade: «Y lo de la Constitución de 1812».
«Yo lo que quiero es que hagan un circuito de motocros», concluye otro de los alumnos con una sonrisa cómplice.