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SUCIEDAD. Las aguas afectan a los vecinos de la barriada. / C. R.
PUERTO REAL

Vecinos del Barrio Jarana protestan por el estancamiento de aguas negras

Medio Ambiente culpabiliza al Ayuntamiento puertorrealeño de esta situación La Asociación de Vecinos se reunirá hoy con el concejal de Urbanismo, Antoni0 Noria

CÁNDIDO RUIZ/PUERTO REAL
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El estancamiento de aguas negras en el Barrio Jarana a raíz del cambio en el proyecto de desagüe del campo de golf continúa provocando diversos problemas a los vecinos de esta barriada periférica. En concreto, los más afectados son las diez familias residentes en las viviendas situadas frente a la Venta La Sanluqueña, a tan sólo 20 metros de «este foco de infección», según comentó el presidente de la Asociación de Vecinos, Francisco Medina.

El proyecto inicial recogía la desembocadura de las aguas pluviales en el Caño de la Merced, mientras que ahora lo hace en un sumidero a 200 metros de esta zona cercana a las viviendas, por lo que el representante vecinal considera que no se ha realizado «una obra adecuada».

Para hablar de esta situación, Medina, con mediación de la representante socialista, Ana Mosquera, mantuvo una reunión en la tarde del lunes con técnicos de la Delegación Provincial de Medio Ambiente. Desde la Delegación informaron de que las competencias sobre el desagüe eran municipales al encontrarse éste en una zona urbana. Esto provocó la indignación del representante vecinal, que afirmó que lo único que hacen desde uno y otro lado «es pasarse la pelota de unos a otros, como si esto fuera un partido de baloncesto».

Medina acudirá hoy a una reunión con el concejal de Urbanismo, Antonio Noria, con la intención de solucionar una cuestión que se alarga ya por un periodo de ocho meses. No obstante, éste considera que los promotores del campo de golf «actúan con la complacencia del Ayuntamiento».

Así, el presidente de la asociación de vecinos habla de la instalación de una tubería «que pasa por debajo de una capa de hormigón junto a La Sanluqueña», donde no hay pendiente y provoca la acumulación de aguas negras como raíz del problema. Unas aguas negras que el representante vecinal no termina de ver muy claras ya que «supuestamente el riego del campo golf se hace con agua de la estación depuradora».

Medina agradeció el buen funcionamiento de la depuradora instalada en la barriada hace dos meses, y recalcó que ésta había impedido que la situación provocara males mayores derivados de la nula relación con la dirección de la instalación deportiva.