COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL

Horteras

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Quien más y quien menos ha opinado sobre el dudoso gusto decorativo de Roca. Que si la casa era ostentosa, que si era un horror, que cómo se puede tener ese paragüero, que si los marcos de las fotos de Kenia eran de los veinte duros, que las juntas del cuarto de baño estaban sucias, que si Roca en el fondo era un hortera... Vamos, que todo el mundo tenía algo que decir sobre el asunto. Todos, cumpliendo a rajatabla el precepto bíblico de la paja y la viga en los ojos propios y ajenos.

En esta pasarela de moda en la que se ha convertido la Semana Santa se ha podido comprobar -una vez más- que las interpretaciones gaditanas de «lo que se lleva y lo que no se lleva» tienen su punto de partida en el piojito y distan mucho de la realidad. El look más de Cádiz, el de Beckham a lo pobre -ya saben, dos pedazos de vidrio colgados de las orejas, pelitos de punta, pantalones a la altura de la rabadilla, megasupergafa de plástico ocultando unas cejas mal depiladas y ¿joyas? en las manos- ha causado furor en la rampa de la Catedral. Un look que cuenta con su versión femenina, que traducida resulta pocos pelos -la alopecia es algo que ataca sin piedad- de color indefinido, vaquero pirata barato a la altura también de la rabadilla pero con el tanga de cuello alto para que se vea bien, tirantes de sujetador a la vista, camiseta corta con molla también a la vista, bota o zapato plano blanco -¿qué espanto!- y megasupergafa de plástico ocultando el rostro completo. La pareja de moda más gaditana se puede complementar con niño de corta edad en cochecito exornado con bufanda del Cádiz -resulta ideal para ir colgando las bolsas de bocadillos- chamarrita vaquera, chándal cómodo, zapato de deporte y pelitos de punta por delante y por detrás. Todo ello acompañado de un léxico digno de Cervantes y de una educación esmerada que se trasmite como preciada herencia de padres a hijos. En horas centrales al pequeño se le puede colocar una megasupergafa para ir haciéndole el rodaje y se le cuelga una trompeta o un tambor para que de mucho la lata a los de alrededor. La pareja de moda gaditana acompaña su indumentaria con cámara de vídeo de reducidas dimensiones o móvil de última generación que colocarán muy alto por encima de quien tengan delante para grabar momentos estelares con gran aspaviento y manejo de la tecnología. Momentos sublimes como el encendido de una candelería, o el paso de la cruz de guía, momentos que pasarán a la posteridad de la memoria de la cámara y de ahí a la papelera de reciclaje en el mejor de los casos. Estamos rodeados. Todos criticando a Roca y aquí nos llevamos la palma. Quizá no lo vemos, quizá ojos que no ven, corazón que no siente. Ojos que no ven ahora mismo me compro una megasupergafa.