Unas imágenes por satélite prueban la escalada nuclear iniciada por Teherán
Washington reemplazará gradualmente sus 6.000 cabezas atómicas
Actualizado: GuardarA medida que crece la amenaza de un ataque militar contra las instalaciones nucleares de Irán, la república islámica está ampliando sus plantas y cimentando las capas de tierra que las protegen bajo la superficie, según muestran las imágenes de satélite dadas a conocer ayer por la organización estadounidense The Institute for Science and International Security (ISIS).
Según la lectura que sus expertos hacen de las fotografías que la organización ha comprado a la empresa comercial de satélites Digital Global, las instalaciones para conversión de uranio de Isfahan tienen un tercer túnel de entrada que no existía en las imágenes de febrero del año pasado.
Los montones de tierra que se detectan junto a él muestran, a juicio del experto nuclear David Albright, que las excavaciones continúan. «Esta nueva entrada indica que sigue en marcha la construcción de nuevas instalaciones bajo tierra o la expansión de la que ya existe», dijo el ex inspector de armas de la ONU.
No es el único descubrimiento que el ISIS mostró ayer al público, con fotografías que pueden verse en su 'website' www.isis-online.org. En la planta de enriquecimiento energético de Natanz, las imágenes muestran la ampliación de las salas centrífugas en cascada y la adición de nuevas capas de cemento y tierra que la ocultan incluso a más profundidad de la superficie, protegiéndola así de un ataque aéreo. Según sus cálculos comparativos, las instalaciones han pasado de estar ocho metros bajo tierra a 17.
Esta información coincide con la teoría de la revista 'New Yorker', que la semana pasada publicó que Estados Unidos considera un ataque nuclear sobre las instalaciones iraníes, ante el temor de que un bombardeo convencional no lograse destruirlas. El Gobierno estadounidense ha negado la información publicada por el mismo periodista que sacó a la luz el escándalo de Abu Ghraib.
Control
Washington también afina su capacidad nuclear, aunque más bien con la intención de ganar control sobre sus cabezas en caso de que caigan en manos indeseadas. A final de año la Administración Nacional de Seguridad Nuclear anunciará cuál de los dos proyectos que concursan es el escogido para reemplazar gradualmente a lo largo de una década sus 6.000 cabezas atómicas. A cambio de la capacidad para desactivarlas a distancia, el Gobierno norteamericano está dispuesto a reducir un poco su fuerza.