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ÉXITO. La ocupación de esta red de alojamientos ha sido del 80% esta Semana Santa. / LA VOZ
Jerez

De vacaciones en la huerta

Cada vez más turistas optan por pasar sus vacaciones en alguno de los alojamientos rurales que Agronatura ofrece en explotaciones en las que conocen y hasta participan en las labores del campo

TEXTO: MARÍA JOSÉ PACHECO / FOTOS: LA VOZ / JEREZ
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Levantarse a las siete de la mañana, ordeñar la leche que se tomará en el desayuno, realizar las tareas del campo y después de comer echar una siesta es la rutina diaria a la que se enfrentan muchos agricultores de Jerez, pero también es la opción que muchos turistas han elegido para pasar esta Semana Santa.

Cada vez son más los visitantes que se acercan a nuestra tierra dispuestos a encontrarse con la naturaleza en todas sus variantes, incluso a través de las duras tareas del campo y la ganadería, y así lo atestigua el director de Marketing de la asociación Agronatura, Gabriel Campuzano, que calculaba que durante la semana pasada la media de ocupación en los alojamientos de esta red ha sido de un 80%.

La filosofía de esta asociación que nació auspiciada por la organización agraria Asaja Cádiz y que ya tiene presencia en todas las provincias andaluzas es la de dar un instrumento a los hombres y las mujeres del campo para poder seguir adelante con sus explotaciones pese a la que la realidad y las políticas comunitarias lo hacen cada vez más difícil.

«Hay gente del campo de toda la vida, viudas que se han quedado solas con una explotación agraria, que no pueden vivir de lo que les da el campo, y que tienen en el agroturismo una alternativa para engordar su renta agraria», explicaba Campuzano. No en vano, la ocupación anual en este tipo de alojamientos apenas roza los 150 días, por lo que «el que participe en este proyecto para enriquecerse lo tendrá difícil», añade.

Por eso, el principal interés de los propietarios de estos alojamientos rurales no es el turismo, sino que sus esfuerzos deben centrarse en tener en activo una serie de hectáreas ya sea para producir o como granja.

De esta forma, los turistas pueden participar en la recogida o siembra de fresas, habas o espárragos, en el cuidado de la viña, o en las labores de cuidado de los animales.

Los visitantes que buscan este tipo de experiencias comparten en su mayoría un perfil de ciudadanos acostumbrados a vivir en grandes núcleos urbanos y que tratan de encontrar por unos días el encanto del medio rural, la tranquilidad y un medio ambiente cuidado. En ocasiones ni siquiera hay límites, y ha habido casos en los que los clientes han pedido que sus cortijos no dispongan de agua corriente y luz eléctrica para alejarse lo más posible de su realidad en una suerte de viaje en el tiempo que está a poco más de una hora del aeropuerto.

En cuanto a la nacionalidad, durante los meses desde octubre a abril el 80% se trata de españoles que realizan estancias cortas de puentes o fines de semana. A partir de abril, la situación es la inversa y ese 80% está formado por extranjeros que se alojan en cortijos y casas rehabilitadas durante semanas o quincenas.

Lo que está claro es que muchos turistas de muy distintos tipos se muestran atraídos por la oferta que Agronatura pone en el mercado y que gestiona a modo de central de reservas. Hay parejas que buscan intimidad, grupos de amigos con unos intereses comunes y muchas familias en las que los padres buscan que sus hijos tengan un contacto directo con un entorno que diariamente les es ajeno.

Eso sin olvidar que los que participan en esta red, y reciben ayuda y asesoramiento para rehabilitar sus instalaciones, contribuyen a recuperar un patrimonio arquitectónico que de otra forma se perdería y que es una de las señas de identidad de la zona.