AL HUECO. Jonathan Sesma se dispone a abrir el juego a una de las bandas ante la presión de los defensores zaragocistas./ F. A.
Cádiz C.F.

Estadio talismán

El Cádiz logró ayer su segunda remontada a domicilio en la máxima categoría en el mismo estadio donde alcanzó la primera

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La Romareda se convertirtió de nuevo en un talismán para el conjunto gaditano. El estadio zaragocista volvió a ser escenario de una nueva remontada a domicilio del conjunto amarillo militando en la máxima categoría. La segunda remontada fuera de Carranza en el duodécimo año del equipo en Primera. Y para mayor atención a la coincidencia, el feudo aragonés tuvo que albergarla de nuevo.

El partido del Cádiz ante el Zaragoza del año 91 fue una de las páginas más importantes de la historia cadista. Pero es que al equipo amarillo ya se le daban bien los maños antes del partido en el que Kiko se dio a conocer en España y Dertycia pasaba a formar parte de la historia de la entidad gaditana en aquel agónico partido que daba al Cádiz el derecho a jugar la prmoción contra el Málaga jugado en la última jornada de la temporada regular.

Pero volviendo al feudo maño, en La Romareda, el conjunto gaditano consiguió su única remontada a domicilio en Primera hasta que Pavoni dijo con su golazo de ayer lo contrario. Fue en la temporada 83-84. El equipo local se adelantó en el marcador gracias a un gol de Vojinovic en propia meta tras un centro de Valdano. Pepe Mejías marcó el gol del empate y dio el de la victoria a Francis.

Por cierto, en el partido que ayer jugó el Cádiz en el feudo maño, Cortijo recordaría el tanto del triunfo que logró en La Romareda en el 89. El defensa amarillo hizo la pared con Mágico González, aguantó el choque con Juanito y se la cruzó a Chilavert. Y es que, históricamente, el Zaragoza ha sido un rival apetecible.