El Resucitado más polémico finaliza la Pasión
A las diez y media comenzaba el pontifical de la Resurrección con la asistencia del obispo Antonio Ceballos
Actualizado:Desde muy temprano los alrededores de la Plaza de Pío XII fue centro de la llegada de numerosos cofrades y, por qué no decirlo, de multitud de visitantes y extranjeros que quemaban sus últimas horas en la capital. Era un buen momento para visitar el primer templo de la diócesis gaditana, pues la entrada era gratis y tenía además tenía el aliciente de poder visitarse en pleno acto eclesiástico. A las diez y media comenzaba el pontifical de Resurrección en la Santa Iglesia Catedral, oficiado por el obispo de Cádiz y Ceuta, Antonio Ceballos Atienza.
Fue curioso, cuanto menos, que en el momento en que se inició la misa, muchos hermanos esperaban en el exterior. Entre ellos los capataces del paso Francisco Javier Ortega y Luis Rodríguez. El primero de ellos comentó que el recorrido se llevaría a cabo con toda normalidad, aunque dedicarían «una levantá a un joven muchacho» que había fallecido ayer con 16 años. Esto explicaba el crespón negro que lucía el paso del Santísimo Cristo de la Resurrección. Una ex miembro de la Junta de Gobierno también recibiría dicho honor.
Hubo tiempo de comentar las primeras impresiones que había dejado esta Semana Santa 2006. «Ha ido bastante bien, bajo el punto de vista de los capataces», puntualiza Ortega, «los pasos han ido todos muy bien, aunque ha sido una pena lo ocurrido el Viernes Santo», en clara alusión a la pasada jornada de lluvia.
Muy cerca, mientras avanza el pontifical, seguían llegando los cargadores. Un total de 50, a los que había que sumar los cuatro maniguetas. Ortega comenta que «es un grupo muy joven, y que participar en el pontifical es un premio para ellos. Trabajan mucho en el barrio y llevan el tema de las Cruces de Mayo», añade.
Pero la pregunta obligada ayer al capataz no era otra que cómo había vivido el traslado del Resucitado en paquetera. «Se hizo como buenamente nos indicó el señor obispo, acatamos su decisión», dijo y añadía, «estamos esperando poder presentar el proyecto a través del cuál podamos trasladarlo en parihuela como se hizo el pasado año 2005».
Asimismo, Luis Rodriguez añadió: «nuestra intención es dignificar al Resucitado, si en estos 19 años se ha trasladado en furgoneta no es por dejadez de la Archicofradía de Columnas, si no porque no nos han dejado». Esperemos que una vez pasada la Semana de Pasión se arregle pronto el tema, que casi ha centrado la Cuaresma gaditana.
En el interior del templo los hermanos mayores, concejales como Juan Antonio Guerrero y un público no demasiado numeroso seguía con atención las palabras del obispo. En la nave derecha, los representantes de las cofradías que desfilarían en la procesión se afanaban en dejar todo ordenado, simpecados y varillas, antes de que terminara el pontifical.
En algunos momentos del acto eclesiástico, el murmullo producido por estos, hizo difícil seguir las palabras de Monseñor Ceballos. En la nave izquierda esperaba el paso del Resucitado con toda la candelería encendida, y con claveles rojos como adornos florales. Los turistas paseban por el interior del monumento, eso sí, en silencio y mostrando un respeto que otros obviaban.
Uno de los momentos más intensos del acto fue cuando sonó el coro y el órgano, restaurado en 1992, mientras se inciensaba a los asistentes a la eucaristía. Conforme avanzaban los minutos el murmullo de los hermanos iba creciendo, y se empezaban a colocar unas cofradías tras otra.
El pontifical acabó cuando faltaban diez minutos para las doce, hora en la que estaba prevista la salida del Resucitado de la Catedral. Así, se retiraron los bancos que separaban el paso del público asistente y se abrió la puerta central del templo. Comienzaba a salir la procesión. En el exterior no había demasiado público. Mientras avanzaban los numerosos representantes de la cofradías, el paso era mecido hasta llegar al umbral de la puerta de la Catedral. Durante el breve recorrido se pudo escuchar en el organo Callejuela de la O y Cádiz Cofrade, que embellecieron aún más el acto eclesiástico.
Delante del mismo se colocaron entre otros el obispo Antonio Ceballos, el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías Rafael Corbacho o Juan Laluz, hermano mayor de la Archicofradía de Columna.
Suena el himno nacional y el Resucitado está en la calle. A la altura de la Plaza de Candelaria se mece al Cristo por Santa María de la Esperanza. A la hora prevista el Resucitado entraba en la iglesia de San Antonio, poniendo punto y final a la Semana Mayor del año 2006.