Empate sin goles entre Mallorca y Alavés en un duelo por la permanencia

El Mallorca sumó su sexto empate con Gregorio Manzano en el banquillo, el décimo tercero de la temporada, frente a un Deportivo Alavés muy serio y aplicado en defensa, que defendió a muerte el punto, aunque también tuvo sus opciones.

Ambos equipos firmaron ayer un empate que les obligará a sufrir hasta el final para evitar el descenso. El Mallorca dejó escapar una oportunidad magnífica para alejarse de la zona peligrosa, y sigue avanzando a paso de tortuga. De los últimos doce puntos en juego, los bermellones sólo han sumado tres.

Al Mallorca le cuesta un mundo crear espacios para las apariciones del venezolano Juan Arango y del argentino Leonardo Pisculichi. No tiene un cerebro que lea la jugada del pase más correcto y sólo hace daño cuando los extremos Jonás Gutiérrez y Tuni encuentran vía libre. Y no siempre es así.

El Alavés hizo su juego en la isla, amontonó hombres atrás y obstaculizó todo lo que pudo. Pero tiene futbolistas con clase, como Nené y Aloisi. El brasileño creó una gran oportunidad (min. 25) que Aloisi no pudo culminar, y el australiano, muy rápido, siempre llegó con peligro.

El meta mallorquín Toni Prats fue providencial en el minuto 36, al desviar un remate de Bodipo, que llegó totalmente libre de marcajes al área pequeña. Fue un auténtico toque de atención para un Mallorca que flojeaba, y así se lo reprochó la afición en varias ocasiones.

Idéntica segunda mitad

El equipo de Gregorio Manzano no ofrecía una buena imagen al finalizar la primera parte, todo lo contrario que su rival, un equipo vitoriano que empezó a darse cuenta de que era posible ganar en Son Moix gracias a las propias limitaciones de su rival.

El Mallorca sólo dio señales de vida ante el meta Costanzo en el minuto 5, cuando Pisculichi entregó al rival un pase de la muerte. Muy poco bagaje para un equipo que está defendiendo a muerte sus opciones para evitar el descenso.

A medida que pasaban los minutos, el conjunto balear incrementó su presión sobre la portería rival, aunque, como está siendo norma esta temporada, lo hizo con mucho corazón pero sin criterio alguno.

Manzano movió el banquillo -Doni y Víctor sustituyeron a Jonás y Pisculichi- y el equipo se fue arriba. En pleno dominio isleño, Pereyra estrelló un cabezazo en el larguero (min. 79) y Okubo, que había entrado por Tuni, falló con toda la portería para él.

El Alavés también dispuso de sus ocasiones. Elton (min. 89) cabeceó desviado cuando se encontraba sólo ante Prats.

Con el partido totalmente roto, el Mallorca quemó sus últimos cartuchos, sin éxito, porque se encontró a un conjunto vitoriano muy bien situado atrás.

Intentó sin éxito inquietar la portería defendida por Costanzo y terminó sumando un puto que les sirve de poco ante un rival directo que también se complica la existencia.