Capricho andaluz
Actualizado:Siempre he pensado que todas las personas somo caprichosas.Ello incluye lógicamente a todos las personas que forman parte de este deporte que tanto nos apasiona y que se llama balompié. Hasta los más sabios que han conseguido grandes logros en el fútbol han tenido caprichos que parecían inexplicables. Baste como ejemplo el de Johann Cruyff, que terminó alineando como guardameta titular a Busquets, un chaval que parecía más un portero de futbolín, porque las despejaba todas y no cogía una segura.
Sin desviarnos del tema hay algo que me llama la atención. Dentro de esta tendencia generalizada al capricho en Andalucía somos verdaderos profetas de este vicio. En el Sevilla he llegado a ver hasta a Aitor Ocio y Escudé, fenomenales centrales, jugando en el centro del campo en tareas destructivas, un auténtico capricho andaluz, aunque su entrenador sea de un pueblo de Ciudad Real. Por no hablar del Málaga, donde el capricho andaluz de sus rectores ha tenido sentado en la grada a su mejor futbolista con diferencia, Duda. Lógicamente el hispano-portugués no tiene actualmente la forma necesaria y ya ha llegado demasiado tarde para reflotar la nave. Aunque para capricho andaluz el del Betis situando a Joaquín en los últimos partidos por la banda izquierda.
Centrándonos en nuestro Cádiz, algún caprichoso se debió empeñar en traer a Vella, pese a que el argentino apenas ha contado en los planes de un entrenador que también sigue demasiado empecinado en castigar a todos aquellos que se equivocan en un determinado encuentro. Por cierto hay en la grada demasiados desmemoriados encaprichados en pasarse el partido insultando al bueno de Roberto Suárez. Y el presidente mientras obcecado en decir que si bajamos tendríamos un equipo más competitivo el año que viene. No si al final la culpa, sin duda, la tiene el capricho andaluz.