Enrique se formaliza
El díscolo hijo menor de Carlos de Inglaterra termina el entrenamiento de cadete en una academia militar
Actualizado:Parece que Enrique, príncipe de Inglaterra, al fin se ha formalizado. O al menos esa es la imagen que dio el el miércoles durante la ceremonia de su graduación en la Academia Sandhurst. Antes de que ingresara en la prestigiosa institución militar, la prensa británica elucubraba si el hijo menor del heredero Carlos, el más rebelde, sería capaz de sobrevivir a los madrugones del cuartel, la disciplina y las jornadas largas de entrenamiento. Pero, parece que lo ha conseguido.
Durante una hora, el príncipe, vestido con un uniforme militar de gala, desfiló junto con más de 200 cadetes bajo la mirada atenta de sus abuelos, la reina Isabel II y el duque de Edimburgo. También le seguían su padre y Camila con la que finalmente se ha encariñado, y su hermano Guillermo, que actualmente también estudia en esta academia. La imagen impecable de ayer contrasta con las fotografías que el Ministerio de Defensa ha publicado, en las que se ve al príncipe en uniforme de combate durante sus entrenamientos en Chipre.
Tras un año en Sandhurst, el ahora alférez deberá prepararse para convertirse en comandante de tropa; se encargará de once hombres y cuatro tanques ligeros y no se descarta que se vea obligado a servir en alguna zona de conflicto, Irak o Afganistán, con el Ejército británico. Con motivo de su 21 cumpleaños, el pasado septiembre, Enrique afirmó en una entrevista a la BBC: «No voy a quedarme sentado sobre mi trasero en casa mientras mis chicos están fuera luchando por su país». De hecho, admitió que una de las condiciones que puso antes de empezar su carrera en el Ejército es ser tratado como un soldado más. La que no está tan de acuerdo es su novia Chelsy Davy, de 20 años, que se desplazó al Reino Unido para celebrar la graduación de Enrique, aunque no estuvo presente en la ceremonia. Sí lo acompañó al baile de gala al que también asistió la novia de Guillermo, Kate Middleton.
Muy a pesar de la familia real, y especialmente de su abuela, Enrique ha provocado más titulares que su hermano, y a diferencia de éste, son casi todos negativos. La prensa británica lo bautizó con el apodo de príncipe de la diversión a causa de sus noches de borrachera, ataques a fotógrafos, el uniforme de nazi que escogió de forma desafortunada para una fiesta de disfraces y, hace sólo unos días, su presencia en un club de alterne con otros compañeros de academia para celebrar esta graduación.