La Isla volvió a dar claras muestras de su fervor cofrade durante el Miércoles Santo
Amantes del mundo cofrade, curiosos y visitantes volvieron a echarse a la calle en masa para aplaudir los distintos recorridos procesionales de Gran Poder, Vera Cruz y Servitas en la ciudad
Actualizado:El sol sigue contribuyendo con la calidez de sus rayos a la celebración de la Pasión isleña. La estabilidad climática ha dado un merecido respiro a las hermandades de la ciudad, que no pudieron dejar de mirar al cielo con incertidumbre durante la Semana Santa de los últimos años.
San Fernando continúa luciendo con orgullo cada jornada el título de ciudad amante del mundo cofrade y propensa al paseo. De esta forma, es raro que el transeúnte encuentre durante su periplo vacacional calle en el centro urbano que no esté abarrotada por el gentío. El calor ha venido provocando estos últimos días la aparición de una curiosa estampa, ya que la proliferación de ropajes excesivamente veraniegos es una máxima que ya forma parte del paisaje propio de las salidas de aquellas cofradías que comienzan a poblar la calle a las primeras horas vespertinas.
Gran Poder
Como cada año, el Gran Poder fue la hermandad más madrugadora, ya que la Cruz de Guía que daba el paso a los 400 penitentes salió de la Parroquia de la Sagrada Familia a las 16,45 horas. De esta manera comenzaba la ruta de Jesús de Gran Poder y de María Santísima del Amor. Este recorrido es el más extenso de la Semana Santa isleña, ya que se desarrolla durante un lapso de tiempo cercano a las once horas de procesión.
El itinerario de Gran Poder iba cargado ayer de una extraordinaria emotividad, debido a que la salida procesional contribuyó en grado sumo a la celebración del 25 aniversario de la fundación de la hermandad. Pero no sólo la efeméride acrecentó la ilusión de los penitentes por procesionar, ya que los dos pasos volvieron a la calle después de que no pudieran saludar a sus fieles el pasado año a causa de las inclemencias meteorológicas. «Es como si volviéramos a salir por primera vez», detalló la segunda jefa de procesión, Fátima Lucia, instantes antes de la salida.
Hasta su recogida, ya pasadas las 3,30 horas en el reloj, el paso de Jesús del Gran Poder volvió a lucir especialmente bello en la calle Ancha, la plazoleta de Las Vacas o en el puente que lleva su nombre, donde se agolparon cientos de isleños alrededor de la 1,00 horas para presentar su respeto a las imágenes titulares.
Vera Cruz
El paso del Cristo de La Vera Cruz, portador de seis figuras, abanderó la salida de la segunda hermandad que procesionó durante el Miércoles Santo, que salió a las 19,30 horas del templo que lleva el nombre de su imagen titular. La cofradía dio lo mejor de sí misma en rincones tan tradicionales como la calle Ancha e incluyó por primera vez en su recorrido a las calle Murillo y La Herrán.
Pero sin duda, el momento más espectacular y hermoso fue la estación de penitencia en la Iglesia Mayor, que acogió durante unos quince minutos al paso y a los 186 penitentes de la hermandad. Vera Cruz volvió a disfrutar del privilegio que supone ser la única cofradía que realiza parada penitencial en dicho templo, hecho que se encargó de recordar su hermano mayor, Enrique Garcés. Como era de esperar, la estación volvió a congregar a un importante número de amantes del mundo cofrade. Vera Cruz volvió a su templo en torno a la 1 de la madrugada.
Servitas
La última en salir fue la Orden Seglar de los Servitas, que volvió a mecer el paso de su imagen mariana, único en la ciudad con cúpula de madera, con la austera compañía de una capilla musical.
Los 180 penitentes que partieron a las 21 horas de la Iglesia Mayor respetaron durante cuatro horas y media su voto de silencio. Servitas se mostró especialmente cómoda en las calles más estrechas, aunque tuvo que dejar en casa, por tercer año consecutivo, sus parihuelas ante la ausencia de hermanos cargadores, como recordó el prior, David Jaén.