Moscú insta a detener el enriquecimiento de uranio

El anuncio hecho por el régimen de los ayatolás de que Irán acaba de incorporarse al club nuclear, al haber logrado completar el ciclo de enriquecimiento de uranio, y que, a partir de ahora, esa operación, clave en el proceso hacía la fabricación de una bomba atómica, se hará a gran escala, ha causado preocupación en Moscú e incluso estupor en ciertos círculos. Sin embargo, los dirigentes rusos continúan defendiendo a capa y espada el viejo postulado de que el uso de la fuerza sólo hará empeorar las cosas y la aplicación de sanciones también.

«Estoy convencido de que no existe una solución al problema mediante el uso de la fuerza», manifestó ayer el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov. Según su opinión, «puede que tales planes estén sobre el tapete en algún sitio, pero no resolverían nada. Al contrario, harían que surgiese un nuevo foco de tensión en una zona plagada ya de conflictos». Lavrov, al mismo tiempo, pidió calma y mesura, ya que, señaló, «Irán, por ahora, no ha dicho que tenga intención de dotarse del arma atómica».

El portavoz del Ministerio de Exteriores, Mijaíl Kaminin, calificó de «paso equivocado» la decisión de las autoridades iraníes de acelerar su programa nuclear. Kaminin dijo que «Rusia pide a Irán que suspenda todos los trabajos relacionados con el enriquecimiento de uranio».