La calle Justicia fue testigo de las Penas y Desconsuelo de San Mateo
Auténtico derroche cofradiero de la hermandad del barrio de San Mateo El andar costalero de Los Judios despertó admiración durante el recorrido
Actualizado: GuardarEn San Mateo, desde la puerta de su iglesia, rodeada de aromas bodegueros que aún empujan a quien pasa por el lugar a pararse a contemplar el sitio, sea el día que sea, con un caldo jerezano en la mano, sono la saeta desde el balcón de la Casa de Hermandad:
Que sufrimiento más grande
te va dando ese judío
Y que al ladito tu lo llevas
En tu rostro te ha escupio
Pare mío de las Penas
«Sin perder la concentración ahí abajo, eh!», gritó el capataz del Misterio de Nuestro Padre y Señor de las Penas, Francisco Ruiz Pérez, cuando éste se encontraba en el dintel de la parroquia. Y es que en ese momento no caben errores. Ensayos han habido los suficientes para superar este obstáculo.
Arriba y pa´lante, hacia la Plaza del Mercado con el Palacio Riquelme de testigo, para enfilar calle Justicia, rodeado de lirios, Jesús de las Penas y el Desconsuelo junto a San Juan, retoman las viejas calles de San Mateo, angostas y difíciles, pero siguen siendo un marco sin igual para el transcurrir del cortejo procesional.
Es una de las hermandades más antiguas y veneradas de la ciudad de Jerez. Sus Reglas fueron aprobadas en 1718, aunque la corporación ya existía años antes.
No conocemos a los autores de las imágenés que procesionaron en la tarde de ayer Martes Santo; Jesús de las Penas y María Santísima del Desconsuelo, pero sí que el conjunto escultórico que acompaña al Santísimo es obra de Chaveli.
De rojo y negro son los hábitos que lucen los nazarenos de esta cofradía. Es esta corporación penitencial la que pone en la calle al mayor número de hermanos de toda la Semana mayor, con todo lo que conlleva. Y conlleva mucho, con lo cual el paso del cortejo procesional necesita del tiempo justo y reglamentario.
Que decir de la canastilla del misterio, obra de Guzmán Bejarano, moderna, pero exquisita por su concepto clásico, como merecía una hermandad de la época.
El palio..., que decir de él. No extraña en absoluto que la Amargura de Sevilla, aquien se lo adquirió la hermandad de San Mateo, quiera recuperarlo. Pero bajo él va el Desconsuelo. Y Ella es de Jerez. Y San Juan Evangelista, que no falte.
Toito el pueblo ha confesado
Que tu eres la más bonita
Por to los cuatro costaos
Jerez ha confensado mare mía
del Desconsuelo
Claveles blancos en las 'piñas' y azahares sobre la mesa, entre varales.
Francisco Ruiz Pérez y Manuel Oca Quesada son los encargados de los 'martillos' en el misterio y el palio respectivamente. Menuda tarea.
Todo el itinerario de la cofradía de San Mateo fue atractivo para ver el transcurrir del cortejo procesional, aunque lo más especial vino en el tramo que discurre entre su salida de la Santa Iglesia Catedral y la llegada de nuevo a la Plaza del Mercado: Reducto, Cruces, Plaza del Arroyo, Barranco, Plaza Belén, Plaza San Lucas, y como no, calle Cabezas.
Fue en este punto donde los costaleros de los Judíos echaron el resto. No se amilanaron por las horas que llevaban bajo las trabajaderas.
En el balcón de la escuela salesiana, frente a la Iglesia de San Lucas, fueron los saeteros ganadores de la XXVIII exaltación de la Saeta de la peña Flamenca de la Buena Gente los encargados de de ofrecer a modo de rezo, una invocación a María Santísima del Desconsuelo y Nuestro Padre Jesús de las Penas.
En San Mateo se concentró prácticamente todo el Jerez cofrade para despedir una jornada donde por fin el sol y las agradables temperaturas sustituyeron a la lluvia y el viento.