El vallado de Guerra Jiménez no impide la entrada de los indigentes

Un vallado para que no se vea, no para que no se entre. Ése es el sistema empleado en la plaza Guerra Jiménez, donde efectivamente se han colocado unas planchas metálicas alrededor de la plaza pero con una entrada situada en la trasera de Correos. Los vecinos de esta zona llevaban tiempo reclamando esta solución al Ayuntamiento, que finalmente se decidió a ejecutarlo.

El equipo de Gobierno se había comprometido a comenzar las obras justo después de Navidad, aunque fue finalmente hace unos días cuando éstas se empezaron. Con la llegada del frío, muchos indigentes se habían trasladado al albergue que les permite una corta estancia o a otras zonas de la ciudad, como el parque Canalejas.

La alcaldesa recordó recientemente que su equipo estaba realizando las gestiones que permite la ley, «ya que a nadie se le puede impedir que esté en la calle». «Tenemos que actuar de acuerdo con las normas y desde este Ayuntamiento hemos estado limpiando la plaza en todo momento, hasta dos veces al día», subrayó la edil. Teófila Martínez insistió en que la Policía Local también actua cuando hay alguna pelea.

Ocultos

Ahora, a pesar de las obras, el vallado permite perfectamente a los indigentes que se reunían allí seguir acudiendo al lugar. Ayer, tan sólo una de estas personas que carece de hogar se encontraba dormitando a pleno sol en la plaza. Eso sí, desde el exterior no podía verse nada. Su presencia pasaba desapercibida, por ejemplo, para el numeroso público que se acercaba a los alrededores del mercado central. O para los gaditanos y foráneos que se sentaban en las terrazas de Alcalá Galiano a disfrutar del sol y de un aperitivo. O para el grupo de alemanes que recibía las explicaciones oportunas de su guía junto a la valla.