Seguidores del actor Rajkumar llegan en grupos para poder ver los restos mortales de su actor estrella en Bangalore (India). /EFE
SUS FANS QUERÍAN DARLE SU ÚLTIMO ADIÓS

El funeral de un actor indio se convierte en una batalla campal

Dos personas murieron cuando la policía intentaba controlar a miles de dolientes admiradores en Bangalore

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El apasionado amor de los indios por el cine desembocó hoy en violencia durante el funeral de uno de sus ídolos, el actor Rajkumar, cuando grupos de personas han protagonizado graves altercados con la policía por no poder darle su último adiós.

Dos personas murieron cuando la policía intentaba controlar a miles de dolientes admiradores en Bangalore (sur de la India) que querían acercarse adonde estaban expuestos los restos mortales de Rajkumar, quien falleció este miércoles a los 77 años de un ataque cardiaco tras protagonizar más de doscientas películas, en las que nunca hizo de "malo".

Grupos descontrolados prendieron fuego a dos autobuses públicos, dañaron decenas de vehículos y casas, lanzaron piedras y mantuvieron duros enfrentamientos con los agentes de seguridad, que usaron gases lacrimógenos, palos y finalmente armas de fuego para dispersarlos. Una persona falleció como consecuencia de los disparos de la policía, que trataba de evitar una avalancha sobre el estadio donde se encontraba el cadáver del actor, y al menos cuatro agentes resultaron heridos, uno de los cuales murió, según la agencia PTI.

El propio jefe de Gobierno del Estado de Karnataka, B. S. Yediyurappa, resultó herido leve al ser apedreado su automóvil por la multitud. Los incidentes, que habían comenzado el miércoles al anunciarse la muerte de Rajkumar, se reprodujeron también en los alrededores del estudio de su familia, donde finalmente el actor fue honrado con una ceremonia de cremación hindú tras un paseo en carroza de diez kilómetros por el centro de la ciudad, ya más calmados los ánimos.

Fue un funeral con honores de Estado, con tiendas, tribunales, empresas y colegios cerrados durante dos días de luto oficial en memoria de "uno de los titanes del cine indio", en palabras de Sonia Gandhi, presidenta del gobernante Partido del Congreso. Lo acompañaron en su último viaje miles de personas con banderas y fotos, subidos a los hombros de amigos, vehículos o árboles; desde cualquier sitio que pudiesen tener una mínima visión de un actor que durante cinco décadas protagonizó películas románticas, mitológicas, dramáticas y de acción, casi siempre en papeles de "bueno".

En este país de 1.100 millones de habitantes -ochocientos millones de ellos pobres-, la principal afición de ocio es el cine. La popularidad de Rajkumar era enorme pero localizada en el sur de la India, concretamente en Karnataka, pues todas sus cintas son interpretadas en el idioma kannada, que hablan veinticinco millones de personas de ese Estado, cuya capital es Bangalore.

Por ello no era un típico actor de Bollywood, como se conoce por extensión a todo el cine que se hace en la India, que con unas mil películas al año es el primer productor cinematográfico mundial. Para los que tienen buena memoria, lo ocurrido en Bangalore podía haberse previsto, pues en 2000 ya hubo graves disturbios durante días cuando Rajkumar fue secuestrado por un bandido, que lo mantuvo cautivo durante tres meses y medio en los bosques de la zona.

El intérprete fue liberado entre rumores de que su familia había pagado una elevada fianza, algo que nunca confirmó. Nacido Muthuraju Singanalluru Puttaswamayya, comenzó a los ocho años una exitosa carrera en el cine de más de cinco décadas, aunque en los últimos tiempos había reducido sus apariciones y se dedicaba más bien a la producción cinematográfica en compañía de su esposa y a su otra gran afición: el yoga.