Ley del Tabaco
Actualizado:Son tres meses ya los que lleva la Ley del Tabaco y todavía no comprendo muy bien lo que ocurre. Desde luego, han sido muchas las voces que se elevan a favor y en contra y desde luego los menos tenidos en cuenta por estas voces y por la interpretación de la ley somos los fumadores pasivos. Daré algunos ejemplos de lo que es burlar la ley: ¿Quién no ha estado en alguna ocasión en el Hospital Puerta del Mar? Es cierto que ya antes de la mencionada ley no se permitía fumar en el interior del edificio, aunque en las escaleras internas sí se hacía. Ahora no se permite, pero hay colocados en sus puertas enormes ceniceros que siempre están rodeados por quienes acuden a ellos en su anhelo de echar humo. Flaco favor nos han hecho a quienes no fumamos; ahora fumamos mucho más al pasar por ahí. El Hospital, así como cualquier instalación santaria, debe ser un lugar exento de humos incluso en su periferia, por donde necesariamente todos debemos pasar. Nos están discriminando al no respetar nuestros derechos.
Y ¿qué nos dicen de los muchísimos bares y restaurantes que permiten fumar teniendo mucho más de cien metros cuadrados?, ¿o es que las terrazas no cuentan? Porque si es así, podrá cualquier ciudadano llegar y poner su mesa en cualquiera de ellas y a ver quién tiene la autoridad moral de impedirlo.
Y a propósito de estos hosteleros, ellos fueron los que presionaron a la autoridad mencionada para que estableciera las zonas azules en el Paseo Marítimo y así tener más oportunidad de renovar a la clientela. Lo lograron. ¿Podrían ellos mismos presionar a la misma autoridad para que no se permitan (efectivamente) los perros en las playas y sus dueños limpien las porquerías que todos padecemos? Lo dudo. Pero esto es también un claro caso de discriminación: no eres influyente, no te escucho.
J. Antonio Suárez Aristegui. Cádiz