Aprendiendo a ser cristiano
Actualizado:Pertenecemos a la cultura griega, sin embargo la Biblia está escrita por autores judíos. Por ello, para un español entrar en la cultura que se refleja en la Biblia supone un esfuerzo aún mayor que el que supone emigrar a Alemania, Dinamarca o Suecia.
Cuando en la Biblia se declara santo el día del reposo, o se prohíbe comer de cierto árbol, nuestra mentalidad griega tiende a investigar inmediatamente cuál es la singularidad de ese día o de esos frutos. Para la mentalidad judía, cuya máxima expresión es el cristianismo, ese día y esos frutos son totalmente iguales a los demás; y su singularidad consiste en que así lo ha dispuesto Dios.
La Ley de Dios son los diez mandamientos, que el cristianismo manifiesta más claramente en amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. El pecado es no cumplir la ley, y la justicia es cumplir la ley. Para la mentalidad griega, la justicia del hombre es una justicia infusa que se da dentro del mismo. Para la mentalidad judía, la justicia es imputada, está fuera del hombre. Nosotros somos justos porque Jesucristo es justo. Todos hemos hecho muchas cosas malas en la vida, pero la singularidad del cristianismo está en que Dios acepta al hombre a pesar de ser inaceptable.
El día del Juicio Final, Jesús vendrá y juzgará al mundo. Para la mentalidad griega, ese día es oscuro y lleno de terror. Para la mentalidad cristiana, ese día es el más feliz de la creación, porque en él Jesús hará un «cielo nuevo y una tierra nueva». Nosotros, junto con nuestros familiares y amigos, resucitaremos y seremos inmortales. Sin embargo, para la mentalidad griega, el hombre tiene una naturaleza inmortal, el alma, y el cuerpo es lo que resucitará. Para la mentalidad cristiana, nosotros resucitaremos no porque tengamos un alma inmortal, sino porque Cristo resucitó. Esta mentalidad se resume en la frase con que termina la Biblia:
«...Ven Señor Jesús».
«... De ti, Sión, haré una espada y levantaré a tus hijos contra los hijos de Grecia» (Zac. 9, 13).
J. Luis Zambrano Ballester. Cádiz