Rubalcaba asume la cartera de Interior con la esperanza de alcanzar la paz
Alonso promete impulsar la modernización de las Fuerzas Armadas y la política común de seguridad europea al frente del Ministerio de Defensa
Actualizado:Alfredo Pérez Rubalcaba asume la cartera de Interior con la esperanza de acabar con el terrorismo y la voluntad de trabajar para ello con «firmeza, eficacia, unidad de las fuerzas políticas y memoria de las víctimas». El nuevo ministro prometió ayer seguir la «hoja de ruta» marcada por su antecesor, José Antonio Alonso, quien al entregarle el testigo destacó la «inteligencia política» y el «extraordinario sentido de Estado» de su sucesor.
Alonso tomó después posesión de su cargo como ministro de Defensa en una ceremonia castrense celebrada en el patio de su nueva sede, en la que se comprometió a continuar la modernización de las Fuerzas Armadas y a impulsar la política común de seguridad y defensa en el seno de la Unión Europea.
La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega; los ministros de Asuntos Exteriores, Sanidad y Administraciones Públicas, el secretario de Organización del PSOE y altos cargos del Gobierno, además de la plana mayor de Interior, arroparon a Pérez Rubalcaba.
Nervioso y sonriente
Algo nervioso aunque sonriente, el nuevo responsable de la seguridad del Estado subrayó que la lucha contra el terrorismo será su primer objetivo y que para lograrlo aplicará las mismas políticas que han permitido afrontar ahora el futuro con esperanza. «Estamos en el principio del fin porque hemos trabajado bien. Y tenemos esperanza porque podemos conseguir la paz», dijo.
Sus nuevas responsabilidades incluyen la dirección de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en uno de los momentos más delicados para la lucha antiterrorista; unas circunstancias que, según él mismo ha señalado, exige una enorme «prudencia».
Pérez Rubalcaba se refirió también a la lucha contra el crimen organizado, la inmigración ilegal, y la seguridad; tarea que, según dijo, desempeñará en cumplimiento del programa de gobierno que trazó Zapatero en su discurso de investidura, con el propósito de «ampliar los derechos y libertades de los ciudadanos».
Por su parte, Alonso se mostró orgulloso de la labor desempeñada al frente de Interior «porque los resultados son buenos y hoy podemos sentirnos un poco más seguros», aunque admitió haber podido equivocarse en alguna ocasión. Después, se desplazó hasta el Ministerio de Defensa para recibir de José Bono su nueva cartera. Allí pasó por primera vez revista a las tropas y expresó su «profundo compromiso con España y los españoles».
El acto de toma de posesión de Alonso tuvo más colorido que el de su sucesor. Pero distó mucho del que en su día organizó el propio Bono al asumir el cargo e incluso del que celebró este lunes para despedirse de él. El ex ministro del Interior pronunció un discurso en el patio del Ministerio que da al Paseo de la Castellana, ante los mismos cargos del Gobierno que asistieron al evento previo, las autoridades militares y representantes de los tres Ejércitos. Lo hizo antes y después de que sonara el himno de España, pero su tono comedido estuvo muy alejado de los alardes patrióticos de su antecesor. Incluso su «griten conmigo: ¿Viva España!» sonó protocolario.
Bono cede el testigo
Alonso alabó la gestión de Bono al frente de Defensa con «lo mejor que se puede decir de un ministro»: que durante los dos años de su mandato «ha servido a su país y a los ciudadanos con honor, honradez y eficacia». Al recoger su testigo, prometió continuar con los trabajos de modernización de las Fuerzas Armadas y aseguró que mantendrá los compromisos internacionales tanto en el seno de la UE como en el de la Alianza Atlántica.