La entrega de las viviendas de realojo de Cerro del Moro pone fin a la pesadilla de los vecinos

La ansiada entrega de las llaves de los pisos de realojo en Astilleros, que se producirá el próximo martes, culmina un proceso que ha levantado los ánimos de los vecinos del Cerro del Moro. Las familias que recibirán las llaves de sus nuevas casas temporales el día 18, según confirmó ayer la Oficina de Rehabilitación de la Junta, podrán finalmente abandonar sus viviendas, que acumulan todo un rosario de problemas.

El retraso en la entrega de las viviendas «es tan sólo de unas semanas», subrayó el gerente de la Oficina de Rehabilitación, Juan Guerrero y se debe a las deficiencias en la ejecución de las aceras, que no se había realizado conforme a lo que exige el Ayuntamiento de Cádiz.

Una vez que se desocupen estas viviendas, comenzará la sexta fase de la rehabilitación del Cerro del Moro, la penúltima antes de que concluya el arreglo de los edificios de esta zona de la ciudad.

El proyecto de remodelación del Cerro del Moro, que comenzó hace 15 años, se divide en siete fases. La intención del Gobierno regional es terminarlo para el año 2008 ó 2009, aunque el Ejecutivo tampoco descarta ampliar el radio de acción a todo el barrio. Para entonces, la inversión total alcanzará los 20 millones de euros, que habrán servido para construir 539 viviendas de nueva planta. Se trata de acabar así con la precariedad en la que viven los vecinos de la zona, que padecen humedades y otros problemas, como la aparición de cucarachas y hasta de ratas.

Detalles del proyecto

Esta sexta fase del Cerro del Moro ya está en marcha. De hecho, salió a concurso el pasado mes de enero. La promoción prevé 57 viviendas protegidas en régimen de alquiler, así como 47 plazas de garajes no vinculadas. Estas viviendas se localizarán en la calle Sor Cristina López García, junto a la quinta fase del proyecto, que ya se entregó el pasado mes de octubre.

Las obras salieron a licitación con un presupuesto de 3.415.051 euros y un plazo de ejecución de 24 meses, por lo que si se cumplieran los plazos previstos deberían estar entregadas a principios de 2008.

Para el comienzo de las obras, lógicamente era indispensable el realojo de los vecinos en estas viviendas de Astilleros y si se realiza así, los trabajos aún estarán en los plazos previstos, ya que en su día la Junta señaló los meses de abril y mayo para comenzar la demolición y nueva construcción.

Los vecinos permanecen desde hace tiempo con sus enseres empacados y durmiendo, en algunos casos, en el salón o en otras dependencias, ya que sus hogares están llenos de cajas. Así lo constataba en su día una de las vecinas, Montserrat Outeiral, quien aseguró: «la asistente social me había prometido en el mes de noviembre [de 2005] que tendría mi nueva casa, pero la entrega de la llave se anuló y así dos veces más». Esta mujer declaró en su día que «están jugando con nosotros».

Estas molestias hicieron que algunos vecinos se propusieran manifestarse públicamente para expresar su descontento. Sin embargo, la decisión no fue respaldada por la presidenta de la asociación de vecinos, Julia Sánchez, quien dijo no entender a los que reclamaban. En su opinión, se debe a la «impaciencia de algunos». En cualquier caso, la asociación se comprometió a vigilar que una vez se proceda al traslado de los vecinos a Astilleros, se ejecute la demolición de la finca «lo más rápido posible», subrayó Julia Sánchez.