Inauguración del monumento Torre de la Libertad, en la 'zona cero' de Nueva York, en homenaje a las víctimas del 11-S. /Archivo
secuelas del 11-s

La contaminación de la 'zona cero' de Nueva York se cobra su primera víctima

La muerte del agente James Zadroga, fallecido a causa de una enfermedad pulmonar, está relacionada con el desescombro de la zona

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Una autopsia realizada a un policía de Nueva York ha confirmado lo que hasta ahora era una sospecha: que el derrumbamiento de las Torres Gemelas causó una grave contaminación ambiental en la "zona cero".

El examen médico del cuerpo del agente James Zadroga, fallecido a principios de este año, revela que la enfermedad pulmonar que sufría, y que le obligó a dejar de trabajar en 2004, está "directamente relacionada" con las tareas de desescombro de la "zona cero".

Se trata, por tanto, de la primera muerte ligada a las secuelas de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001, así como la primera en la que se confirma una relación con la contaminación ambiental generada tras los ataques. "Creemos, con un razonable grado de certeza médica, que la causa de la muerte está relacionada con el 11-S", aseguró públicamente el doctor Gerard Breton en el informe de la autopsia.

El detective de la policía de Nueva York murió el pasado 5 de enero debido a una enfermedad pulmonar, que le provocó inflamaciones del tejido y fallos respiratorios, debido a un "historial de exposición a emanaciones tóxicas y polvo". El detective, que estaba dentro de una de los edificios del complejo World Trade Center cuando se cometió el ataque, fue uno de los muchos supervivientes que colaboraron en las tareas de limpieza y desescombro del área afectada.

Zadroga, que entonces tenía 29 años y un buen estado de salud, pasó más de 450 horas en la "zona cero", excavando y removiendo escombros e inhalando gases tóxicos. Poco después la salud del joven comenzó a deteriorarse rápidamente y comenzó a sufrir dificultades respiratorias, tras lo cual se le encontró fibra de vidrio en sus pulmones.

En enero pasado, el diario local Daily News reveló que otros 22 hombres de entre 30 y 40 años murieron por afecciones relacionadas con su participación en el desescombro. Además, el presidente del Fondo de Donaciones para Policías, Michael Palladino, aseguró ayer que unos 400 detectives de Nueva York sufren enfermedades que, según creen, proceden de su trabajo en la "zona cero".

Debido a que la muerte de Zadroga no ha sido considerada "en acto de servicio", su familia recibirá tres cuartas partes de la paga durante ocho años, en lugar de una pensión completa durante 19 años.