Aparece herido de bala el empresario español secuestrado en Perú

El empresario español Andrés Gude González fue liberado ayer de su cautiverio después de permanecer once días secuestrado en Perú. El rehén fue encontrado con heridas de bala en ambas piernas y golpes en el rostro, brazos y cuello. «Está estable, aunque con dos impactos de bala en el cuerpo», así lo confirmaron fuentes del hospital de la capital peruana donde fue atendido de sus múltiples heridas. El armador gallego, que había sido secuestrado el pasado 29 de marzo en Lima, está hospitalizado en una clínica del distrito de Chorrillos.

Torturado

Gude fue encontrado cerca del colegio José María Arguedas, en el distrito limeño de San Juan de Miraflores, en un basurero y amordazado, según informó previamente el director general de la Policía, el general Luis Montoya. La persona que encontró al empresario -natural de la ciudad de Ribeira (La Coruña), de 54 años de edad, casado y con cuatro hijos-, fue el candidato al Congreso Henry Segura, quien afirmó que Gude estaba «inconsciente». «Yo no sabía quien era y solo atiné a auxiliarlo», indicó Segura. «Estaba herido de bala en las dos piernas, no las siente. Esta totalmente torturado, al parecer se excedieron en el castigo. Me contó que le daban una dosis para dejarlo inconsciente, pues él les pedía que lo mataran», añadió el candidato peruano a una emisora local peruana. El director de la Policía señaló: «estamos con su hijo y familiares; estamos primero viendo la salud, que es lo más importante. Estos once días de cautiverio en condiciones no fueron buenos y lo han afectado», recalcó.

El empresario español fue secuestrado la semana pasada por un grupo de delincuentes vestidos de policías cuando circulaban en su vehículo por la capital peruana. Gude González, que vive en España, es dueño de cinco embarcaciones pesqueras que operan en costas peruanas y brasileñas y llevaba cinco días en la capital, Lima, cuando fue secuestrado el pasado 29 de marzo. Al parecer, los secuestradores habían pedido un millonario rescate a cambio de la libertad del empresario gallego, aunque no ha trascendido si hubo pago de rescate o si su liberación se produjo como consecuencia de la presión de la policía, que prestó particular atención a este caso.