Andalucía ya mete miedo
Los combinados andaluces comenzaron su participación con sendas victorias; la chicas por un ajustado 52-53 y los chicos apabullando 52-93
Actualizado: GuardarNervios, imprecisiones, canastas de ensueño, gran ambiente en las gradas, emoción hasta el final y victoria local. Parecía la final soñada, pero sólo es el comienzo. Se alzó el telón del XIX Campeonato de España de Minibasket por Comunidades Autónomas y el inicio no pudo ser más satisfactorio para los intereses de los andaluces. Tanto las chicas como los chicos doblegaron al combinado de Aragón e hicieron así buena la máxima de que cualquier equipo
que quiera tener aspiraciones en este tipo de torneos debe empezar con un buen resultado.
Los pabellones de Bahía Sur, El Parque y Compañía de María se engalanaron especialmente para la ocasión y las jóvenes promesas del baloncesto nacional no defraudaron con el espectáculo que sirvieron sobre el parqué. Mucho tuvo que sufrir el combinado andaluz femenino para estrenar su casillero de victorias. Las ganas por agradar a la gran cantidad de público que se acercó a ver sus evoluciones les pudo en los primeros instantes, algo que provocó que las aragonesas llevaran la iniciativa durante los tres primeros períodos. La portuense Marta Troncoso e Irene López asumían la responsabilidad en ataque -al final terminaron con 11 y 10 puntos respectivamente-, pero los lapsus defensivos les acarreaban serias consecuencias en forma de canastas de las rivales. Se dio cuenta Iván Rodríguez y cambió el planteamiento, sacando a la linense Grisela García para aportar intensidad defensiva. Y lo consiguió. Dejaron en tres puntos a la escuadra aragonesa en todo un período, pero también se olvidaron de atacar el aro rival, por lo que las distancias se mantenían al descanso (23-19).
Aragón, doble rival
Tras la reanudación, la angustia de verse por detrás en el marcador comenzó a hacer mella en los imberbes talentos andaluces. Desde la banda el técnico jiennense pedía calma, que alguien asumiera el rol de líder del equipo y plasmara la superioridad técnica de su equipo en el electrónico. Y allí que apareció la cordobesa Paula González para afrontar dicho reto. Rápida, con buen manejo de la pelota y con el descaro suficiente como para introducirse como si nada entre las torres visitantes, una serie de tres bandejas consecutivas vuelven a meter a las andaluzas en el partido (33-33). Quedaban dos períodos por jugarse y todo hacía prever un final de infarto.
Así fue. Era el momento de la verdad, de olvidarse de las defensas, que ganan torneos, y centrarse en los ataques, que ganan partidos; de desinhibirse, de soltar todo el genio que se lleva dentro. Las fuerzas flaqueaban cada vez más, la guardia cada vez estaba más baja y el intercambio de golpes (canastas en este caso) era continuo. Hasta que llegó el minuto y medio decisivo. El último, por supuesto. Con Andalucía dos abajo, González se sacó un triple de su chistera mágica, arregló un despiste defensivo de su equipo con una canasta costa a costa marca de la casa para culminar sus catorce puntos y le dejó toda la responsabilidad a la jugadora dorsal número 12 de Aragón, que debía anotar dos tiros libres para empatar el partido sobre la bocina. Improbable, por no decir imposible con el ambiente que se había creado y la enorme presión que sufría -incluso antes de tirar ya estaba llorando-. Falló el primero y anotó el segundo, pero la victoria fue para las andaluzas por 53-52. Delirio en la grada, donde se había disfrutado a base de bien con su charanga y la música de Paquito el Chocolatero, e ilusiones renovadas para el resto de competición.
Mucho menos sufrieron los chicos, que apabullaron al mismo rival, Aragón por 92 a 53. Los aragoneses aguantaron el nivel andaluz únicamente los dos primeros períodos y a partir de ahí, festival de los verdiblancos. Comandados por la tripleta que forman Alberto Díaz (16 puntos), Javi Pérez (14 puntos) y el pívot gaditano David Cordón (19 puntos) el combinado andaluz comenzó a poner tierra de por medio en el marcador.
El ritmo de juego era cada vez más alto, la velocidad de vértigo y en ese desarrollo es donde más cómodo se sienten los chicos de Navas Aranda. Cataluña sigue siendo la gran referencia, pero los chicos de Andalucía ya meten miedo.