Fotografía de archivo del brasileño Paulo Mendes da Rocha. / EFE
Cultura

El arquitecto Paulo Mendes da Rocha se alza con el Premio Pritzker

Es el segundo brasileño en conseguir el prestigioso galardón, considerado como el 'Nobel de la arquitectura'

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Su comprensión poética del espacio y la realización de una arquitectura con la que modifica el paisaje y con la que se esfuerza en resolver las necesidades humanas, sociales y estéticas son algunos de los motivos que han hecho del arquitecto brasileño Paulo Mendes da Rocha merecedor del Premio Pritzker 2006.

La concesión de este galardón, considerado como el Nobel de la arquitectura y dotado con 116.577 euros, fue hecha pública ayer por la Fundación Hyatt de Chicago, que instituyó el premio en 1979.

Mendes da Rocha (Vitoria, Brasil, 1928) se convierte en el segundo brasileño, junto a Oscar Niemeyer galardonado en el año 1988, que recibe el Premio Pritzker , cuya ceremonia de entrega se celebrará el 30 de mayo en Estambul (Turquía).

El arquitecto brasileño, que recibió en el año 2000 el Premio Mies van der Rohe de Arquitectura Latinoamericana por su reforma y adaptación del Edificio de la Pinacoteca del Estado de Sao Paulo, ha demostrado, en opinión de Thomas J. Pritzker, presidente de la fundación de Hyatt, «una comprensión profunda del espacio y de la escala con la gran variedad de edificios que ha diseñado, como complejos residenciales, residencias privadas, una iglesia, un estadio deportivo, un museo de arte, un jardín de infancia, un salón de muestras de muebles o una plaza pública».

Aunque la mayoría de sus edificios se encuentran en Brasil, «las lecciones que se pueden aprender de su trabajo, como arquitecto y como profesor, son universales», según Thomas J. Pritzker.

Da Rocha, que comenzó su ca-rrera en los años 50 y era parte del movimiento que entonces se consideraba el vanguardismo en Sao Paulo, la llamada Escuela Paulista, ha dedicado su carrera a la creación de grandes edificios y espacios, siempre guiado por un sentido de responsabilidad hacia los residentes de esos edificios y de la sociedad en general.

A lo largo de su amplia carrera, ha mantenido un propio estilo, adquirido en la universidad de Sao Paulo, y ha contribuido a fo-mentar la comunidad profesional de arquitectos a través de su trabajo como presidente del Instituto de Arquitectos de Brasil. Además, ha ofrecido conferencias en Latinoamérica y Europa y ha recibido numerosos galardones.

El presidente del jurado del Pritzker, Lord Palumbo, ha comentado que «Mendes da Rocha lleva el ritmo alegre de Brasil a su trabajo y nunca se ha amedrentado a la hora de innovar o de acarrear riesgos, con opciones dignas».

Entre sus trabajos más conocidos destacan el Museo Brasileño de Escultura (1988), el centro cultural Fiesp (1996) o la emblemática tienda de muebles Forma en Sao Paulo (1987), considerada co-mo un icono de su relación con la arquitectura. Este edificio tiene en su parte frontal una ventana que le atraviesa longitudinalmente abriéndolo hacia el paisaje urbano, uno de los temas recurrentes en el trabajo de Da Rocha.

Su renovación del museo más viejo de las artes de Sao Paulo, la Pinacoteca del Estado, afirmó su comprensión y respeto por la he-rencia de Brasil, ya que esta es-tructura básica del siglo XIX fue restaurada solo con algunos elementos para hacerla mucho más funcional.

Comprensión poética

En opinión del jurado, el arquitecto brasileño, «inspirado por los principios y el lenguaje del modernismo además de por un valiente empleo de materiales simples», ha diseñado durante las seis últimas décadas edificios con una profunda compresión poética del espacio. «Este arquitecto modifica el paisaje y el espacio con su arquitectura, esforzándose en re-solver las necesidades humanas, sociales y estéticas».

Mendes da Rocha ha dedicado su carrera a la creación de la ar-quitectura dirigida por un sentido de la responsabilidad hacia los habitantes de sus proyectos y ha-cia la sociedad. Con una visión social en línea con los tiempos actuales, «su trabajo nos recuerda que la arquitectura es principalmente un esfuerzo humano inspirado en la omnipresencia de la naturaleza», señala el acta del jurado.

El territorio extenso de su país ha dado a este arquitecto un linaje rico para reconciliar la naturaleza y la arquitectura como fuerzas congruentes.

El hormigón, remarcado por sus poderosos y expresivos métodos, es protagonista de algunos de sus edificios reconocidos internacionalmente.

«No hay duda que las materias primas que él utiliza ofrecen resultados monumentales que han tenido influencias en todo el mundo». Además, ha demostrado su maestría en la restauración y la renovación, reafirmando su comprensión y respeto por la herencia de su país.

Síntesis del diseño

«Mendes da Rocha mira hacia la historia y cómo esta se relaciona con el futuro», en opinión del jurado, cuya acta destaca que en su búsqueda de una síntesis del diseño ha conseguido una forma «tan hermosa como técnicamente perfecta».

Según las propias palabras Da Rocha, la arquitectura es «la transformación de la naturaleza, una fusión total de la ciencia, el arte y la tecnología en una sublime declaración de la dignidad y de la inteligencia humanas, con los establecimientos que construimos para nosotros mismos».