CAMINO DE LA PLAZA DE MINA. El palio de la Virgen del Amparo, poco después de salir del Carmen. / ÓSCAR CHAMORRO
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La Alameda recibe a Jesús de la Paz al Amparo de Cádiz

La cofradía del Carmen fue, de nuevo, la encargada de abrir los desfiles procesionales de la Semana Santa gaditana

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Desde primeras horas de la mañana, Cádiz vivía una jornada muy especial. Numerosos cofrades y fieles habían salido a la calle para celebrar intensamente el Domingo de Ramos. Y los turistas, y los no tan devotos a esta fiesta, miraban con admiración cómo pequeños y mayores portaban ramas de palmas y olivos que anunciaban la entrada triunfal en Jerusalén de Jesús de Nazaret.

A las doce y media del mediodía, la junta de gobierno de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de La Paz en su Real y Triunfal Entrada en Jerusalén y Nuestra Madre y Señora María Santísima del Amparo, los cargadores y demás hermanos iban entrando en la parroquia del Carmen para preparar la salida procesional, prevista a las 15.15 horas. Fuera, en La Alameda y en la plaza de Mina, cientos de personas esperaban impacientes el paso de la Borriquita y de la Virgen del Amparo.

A las tres de la tarde, en el interior del templo, todo estaba preparado para la salida procesional. Además de todos los hermanos, la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, los ediles Francisco Carnota, Evelio Ingunza y Carmen Obregón, los representantes del Consejo Local de Hermandades y Cofradías de Cádiz encabezados por su presidente, Rafael Corbacho, y el secretario diocesano, Alfonso Caravaca, entre otros, esperaban que el fiscal de la cofradía pidiese la venía para abrir las puertas del Carmen.

Salida del Carmen

Y a la hora prevista, las puertas del templo carmelita se abrieron a La Alameda, dejando entrar tímidos rayos de sol. La cruz de guía se posicionó bajo el dintel de la iglesia para iniciar su camino de peregrinación hacia el primer templo gaditano mientras la banda Polillas llegaba hasta las puertas interpretando la marcha Padre Nuestro.

La primera levantá la llevó a cabo el prior de los carmelitas en Cádiz, siguiendo las órdenes del capataz del paso de misterio, Adolfo Morera. Tras el golpe del martillo, los cargadores levantaron el paso para quitar las ruedas y llevar a Jesús de La Paz hasta la puerta del Carmen, donde fue recibido por una fuerte ovación por el numeroso público que se congregaba a los largo de toda La Alameda. Fue entonces cuando los cargadores iniciaron el camino hacia la plaza de Mina al son de la marcha Jesús de La Paz.

En el Carmen, los hermanos mayores de otras cofradías que habían querido estar presentes en la primera salida procesional -Sanidad, Columna o Caído, entre otras- mostraron su satisfacción por la salida de la Borriquita.

Tras la salida de los hermanos que acompañaban a la imagen de la Virgen del Amparo, el capataz del paso del palio, Julio Reyero, preparó a sus cargadores para el movimiento. Con un gran esfuerzo, y después de quitar las ruedas en el interior de la iglesia, los cargadores sacaron a Nuestra Señora del Amparo a pulso. Un esfuerzo que fue presenciado por los cofrades con un fuerte aplauso.

Mientras que la banda de música de Sanlúcar la Mayor interpretaba la marcha Pasan los campanilleros, el paso de palio avanzó hacia la Catedral. Antes pasaron por la plaza de Mina, el callejón del Tinte y la plaza de San Francisco, donde los hermanos de Nazareno del Amor y Vera Cruz esperaron el paso de las dos imágenes. En la puerta de San Agustín también esperaban la junta de gobierno de Humildad y Paciencia, que saldría dos horas de después.

Borriquita volvía a la calle sin sobresaltos durante su salida procesional, aunque siempre mirando al cielo y dando un toque de inocencia a la Semana Santa gaditana.