«La medicina es una vocación, no una profesión»

-Nació en La Gomera y muy joven se trasladó a Cádiz ¿Tan fuerte era su amor a la Medicina?

-Estudié los cursos pre-universitarios en La Laguna y después me trasladé a Cádiz para estudiar Medicina. Desde entonces, no me he movido de esta ciudad.

-¿Qué le impulsó ha realizar la especialidad de Pediatría?

-Siempre me han gustado mucho los niños pequeños y decidí formarme para curarlos. Por aquellos años existía un catedrático en Cádiz que formó un grupo de médicos pediatras, y yo decidí seguirle.

-Desde que finalizó sus estudios, ¿dónde ha ejercido su profesión?

-En Medicina nunca finalizas los estudios. Cuento con varios premios extraordinarios, he presentado una tesis doctoral, imparto conferencias y he publicado varios trabajos de investigación. También soy presidente de la Sección de Pediatría Hospitalaria de Cádiz. He ejercido mi profesión en el hospital de Mora, como jefe de Pediatría del Policlínico, en mi clínica privada, en la Casa del Mar y en la Seguridad Social. Incluso fui el jefe de Pediatría del hospital de Jerez más joven de España, y organicé el primer gran congreso de Pediatría en Cádiz en el año 1993.

-¿Ha cambiado mucho la Medicina en los últimos años?

-Ha cambiado demasiado, aunque lo fundamental no ha cambiado: el amor a los pacientes. Esta profesión es vocacional, como el sacerdocio. Sin embargo, ahora muchos médicos se han profesionalizado y han olvidado tratar personalmente a los pacientes.

-¿Cómo es su relación con los pacientes?

-Es muy bonita, sobre todo cuando ellos responden con muestras de cariño: un abrazo, un beso o una conversación comprometida conmigo. El niño llega a contarme cosas que no sería capaz de decir a sus padres. Ahora trato a los hijos de mis primeros pacientes.