ESPAÑA

Los partidos minoritarios ven en los cambios un impulso al fin del terrorismo

Los nacionalistas vascos creen que con la salida de Bono «se orilla lo que pudiera ser un obstáculo» en el proceso de paz

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Esta vez no hubo muchas discrepancias en las valoraciones. Los partidos nacionalistas e Izquierda Unida interpretaron los cambios en el Gobierno como un impulso al proceso de paz abierto tras el anuncio de alto el fuego de ETA. Josep Antoni Duran i Lleida, portavoz parlamentario de CiU, consideró una «noticia excelente» el nombramiento de Pérez Rubalcaba -aunque lamentó su cese como portavoz del grupo socialista del Congreso- y dijo entender la renuncia de José Bono, «un buen ministro de Defensa» porque «me consta directamente que él estaba cansado». Su homólogo en el PNV, José Erkoreka, recalcó que el sentido político de esta crisis es reforzar el proceso de paz porque «se pone al mando del proceso a quien ya lo estaba dirigiendo desde la sombra tiempo atrás». El dirigente nacionalista opinó también que con la salida de José Bono «se orilla lo que pudiera ser un obstáculo» porque «cabía inferir que no compartía del todo la línea» que seguía el Gobierno. Joan Puigcercós, secretario general de ERC, vio también en la remodelación «un cambio estratégico para intentar encarar el fin de ETA y dar solución al problema político del País Vasco». Según el portavoz republicano, la salida de José Bono, cuya gestión en Defensa valoró, debe interpretarse como un intento de Zapatero de «cohesionar más su equipo».

Más crítico con la remodelación se mostró Gaspar Llamazares, para quién la crisis «se quedó corta» y Rodríguez Zapatero no la aprovechó «para dar un impulso a las políticas de izquierdas». El coordinador general de IU aplaudió, no obstante, el nombramiento de Pérez Rubalcaba, en el que vio «una apuesta del presidente del Gobierno ante el proceso de búsqueda del fin de la violencia, porque ha puesto al frente de ello al capitán del barco».

El portavoz del BNG en el Congreso, Francisco Rodríguez, consideró que la remodelación «responde a la necesidad de solventar las contradicciones existentes dentro del Gobierno», mientras que la presidenta de EA, Begoña Errazti, calificó de «estupendo» el relevo de Bono porque «aparentaba ser inflexible en lo relacionado con el conflicto vasco».