Fútbol total

Cuando escucho el término fútbol total tiendo a asociarlo con un equilibrio defensa-ataque. Uno se imaginaría un equipo con facilidad para llegar al área contraria pero también con una considerable seguridad defensiva. Eso sería el no va más.

Pero curiosamente la expresión se acuñó en los 70 cuando Rinus Michels, primero en el Ajax y después con Holanda (la célebre naranja mecánica de Cruyff, Neskeens, Haan y compañía) maravilló con su fútbol. En teoría lo de fútbol total se refería a que todos atacaban y defendían. Pero si por algo destacaba era por su alegría ofensiva. Eso lo trasladó Cruyff a su Dream Team, al que se acusaba de tener una zaga lenta y desorganizada pero les daba igual porque siempre metían un gol más de los que encajaban.

Es decir que incluso el equipo que dio nombre al fútbol total se veía obligado a elegir entre atacar y dejar la defensa desguarnecida o viceversa. Desde entonces hemos visto como al Madrid de Del Bosque, al Ajax de Van Gaal, al Manchester de Ferguson o al Milan de Ancelotti se les acusaba de fragilidad defensiva aunque ganarán todos los títulos y en ataque fueran letales. Y el caso contrario: racanería ofensiva y apuesta por una defensa impenetrable, también ha otorgado éxitos. Recordemos al Liverpool de Benítez, el Valencia de Cúper, la Juve de Capello o el Chelsea de Mourinho. He disfrutado mucho más con aquellos que con éstos, pero los títulos, títulos son.

Y aunque usted pueda pensar que está leyendo la página de fútbol internacional, todo esto viene relacionado con la actualidad del Cádiz. Espárrago ha apostado esta temporada por la solidez defensiva. Más por obligación que por devoción. Ante la superioridad de los rivales era más fácil destruir su juego que retarles a ver quién metía más goles. Ante la imperiosa necesidad de sumar victorias, el Cádiz empezó a tener pretensiones ofensivas. Contra el Atlético, esa apuesta (compresiblemente suicida) salió bien y se salvó un punto. Pero en Mestalla se impuso la lógica y cayeron cinco. El Cádiz salió a jugar como un grande con dos puntas natos y un enganche como Lobos. Conclusión: espacios para todos. Que gane el mejor jugando al fútbol y evidentemente Aimar, Villa, Angulo y Regueiro golearon a Sesma, Enrique y Lobos. Llevando los partidos a su terreno (pocos espacios y tanteos bajos) había algunas opciones para el Cádiz. Lo demás queda bonito, tres goles y juego al ataque pero nuestro único título (campeón de Segunda) no llegó así.