La joya de los farmacéuticos

En la esquina de Isabel La Católica con Fermín Salvochea tiene su sede, desde hace más de cuarenta años el Colegio de farmacéuticos de Cádiz. El edificio fue inaugurado en 1965 por el que era entonces su presidente, Evelio Casabot de Porras.

Pero a pesar de que mantiene un excelente estado de conservación, con muchos de los elementos originales de cuando era una casa particular, la auténtica joya del Colegio es el pequeño y coqueto museo bautizado como Antonio Morillo Crespo en honor de su propulsor.

Pastillas Juanola, Jarabe Famel, Eurobronquial. Anuncios que retrotraen a otra época en la que las medicinas se despachaban al detalle, con ayuda de romanas, cuando las pastillas no traían fecha de caducidad. En esta sala-museo, que se utiliza también para actos institucionales, se pueden contemplar mesas de despacho antiguo, así como los frascos originales donde se guardaban las medicinas y las finas estanterías de madera con sus mil recovecos.