El jurado popular absuelve a los cuatro acusados del crimen de Cerro del Moro
Según el acta, no existían suficientes pruebas de cargo y las declaraciones de los testigos eran contradictorias
Actualizado:Tras una deliberación secreta que duró algo más de ocho horas, en una jornada que se caracterizó por el lógico nerviosismo que mostraron los familiares de la defensa y de la acusación en los pasillos de la Audiencia Provincial de Cádiz, el jurado del crimen de Cerro del Moro dictó «una sentencia absolutoria» para los cuatro acusados de asesinar a Ramón Abelleira en marzo de 2003. Un toxicómano que falleció a consecuencia de las quemaduras sufridas al encenderse el colchón en el que dormía en una casa abandonada del barrio.
Las pruebas aportadas por el Ministerio Fiscal y la acusación particular se fueron disolviendo a medida que se celebraban las sesiones en este juicio. Así, por ejemplo, los testigos en su mayoría fueron referenciales (las declaraciones a su paso por el estrado eran en relación a rumores que habían escuchado en el barrio) y el jurado simplemente ha tenido que aplicar el principio de presunción de inocencia: «Toda persona es inocente mientras no se demuestre lo contrario».
El veredicto fue «unánime» entre los nueve miembros que conforman el jurado, según aclaró el portavoz en su lectura del acta, porque «las pruebas montadas a lo largo del proceso no han sido contundentes y porque las declaraciones de los testigos y de los acusados son contradictorias».
Cabe señalar, que los cuatro acusados -J. L. S. H., O. V. CH., J. O. y F. G. C.- fueron declarados «no culpables del hecho delictivo de homicidio y del hecho delictivo de asesinato» que el Ministerio Público y la familia de la víctima les imputaba. Las penas solicitadas eran de 16 y 25 años, respectivamente, para cada uno.
Mucha emoción
Una vez que el presidente de la sala de la Sección Quinta disolvió el jurado, dando así por terminado un juicio que ha durado más de lo previsto -se suspendió durante cinco días debido a la ausencia de uno de los testigos protegidos-, se desató la emoción entre los cuatro absueltos, quienes se abrazaron con sus familiares entre sollozos.
El fiscal, Ignacio Morales, manifestó que «el jurado ha sido contundente en su veredicto», pero no descartó recurrir el caso. «Es algo que no puedo afirmar ahora», matizó.
Los cuatro abogados de la defensa mostraban su satisfacción. El letrado de J. L. S. H. afirmaba que «no existían pruebas y las pocas venían contaminadas por la familia de la víctima».