Ahern y Blair urgen a católicos y protestantes a formar gobierno antes de noviembre
Anuncian que disolverán el Parlamento de Belfast si no hay acuerdo
Actualizado: GuardarLos Gobiernos británico e irlandés presentaron ayer un ultimátum a los partidos de Irlanda del Norte para reconstruir la autonomía compartida o encarar la disolución del Parlamento de Belfast, la suspensión de los salarios de los diputados y la administración coordinada por Dublín y Londres.
El plan presentado por Bertie Ahern y Tony Blair representa el último intento para restaurar las instituciones diseñadas en el Acuerdo de Viernes Santo, que ha tenido una vida espasmódica desde entonces. Para subrayar que es el último intento, Blair dijo: «O cerramos el capítulo o cerramos el libro».
El Acuerdo de Viernes Santo se firmó, en 1998, por los dos gobiernos y la mayoría de los partidos de Irlanda del Norte. Sólo dos se ausentaron, el Democrático Unionista (DUP) y el UK Unionista. El DUP, liderado por Ian Paisley es ahora el mayoritario. En aquel acuerdo se delineaban las futuras instituciones norirlandesas, bajo el principio de que había que compartirlas para evitar el temor a la marginación de los católicos, o nacionalistas, por una mayoría unionista, como ocurrió de 1921 a 1970.
Así, la elección de un Ejecutivo de Belfast por la Asamblea autonómica tiene que regirse por el respaldo de una mayoría en cada uno de los dos bloques parlamentarios, que se forman mediante la declaración de cada diputado sobre su adscripción al bloque nacionalista o unionista.
El entonces líder del principal partido unionista de Irlanda del Norte, David Trimble, aceptó entrar en el Ejecutivo compartido logrando una ajustada mayoría en el bloque unionista. El principal partido nacionalista era entonces el moderado Socialdemócrata y Laborista, de John Hume.
Compartir gobierno con Sinn Fein era un problema para Trimble, porque el IRA no había aún entregado sus armas ni afirmado el fin definitivo de sus campañas terroristas. Los sucesivos intentos de formación del Ejecutivo fracasaron o colapsaron por el desencuentro entre Trimble y Sinn Fein sobre el desarme.
Deterioro
Una interpretación aceptada de la historia del proceso de paz culpa a Blair del deterioro de las fuerzas moderadas en Irlanda del Norte. Al transigir con las demandas del líder de Sinn Fein, Gerry Adams y convertir la negociación bilateral IRA-Londres en el motor del proceso, habría destruido el centro.
Sinn Fein, amparado por la ola de publicidad mediática que da el terrorismo y por la disciplina de una organización curtida en la clandestinidad, pronto sobrepasó electoralmente al partido de Hume. Trimble se veía forzado a compartir el liderazgo del Gobierno con un Sinn Fein que ni siquiera respalda aún hoy la labor de la Policía.