Jerez

Piden dos años de prisión por irse sin pagar de un hotel tras alojarse quince días

El acusado, que presuntamente cometió un delito tipificado como estafa hace nueve años, afirma no recordar «nada de nada»

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T. G. D, acusado de haber pasado quince días en el hotel Serit, situado en la calle Higueras, y marcharse sin pagar, no anda muy bien de memoria.

Cuando la fiscal le preguntó por los hechos acontecidos en 1997, y que presuntamente lo implican en un delito de estafa, su única defensa fue afirmar que no recordaba «nada de nada». Según la acusación, T. G. D. llegó al hotel el 24 de junio, y tras pasar quince días alojado en sus instalaciones, se marchó sin avisar, dejando incluso parte de su equipaje en la habitación que había utilizado, y con una minuta pendiente de 72.000 pesetas.

Por tal delito, tipificado como estafa según la fiscal, se le piden dos años de prisión y la indemnización de la cantidad que se debe, más intereses, a los dueños del hotel. La defensa, por su parte, alegó diversas irregularidades en las facturas presentadas por los gestores del establecimiento, ya que «no queda claro cuántos días estuvo, y si la factura se hizo a posteriori, tampoco queda claro a cuanto asciende la cantidad que se dejó pendiente». Además, según el abogado defensor, «no hay ánimo de lucro propiamente dicho, por lo que el delito de estafa como tal queda desvirtuado, ya que lo que existe en estos casos es un contrato de hospedaje que no se ha cumplido por una de las partes».

Según ha podido saber este periódico, T. G. D cuenta con el agravante de haber sido condenado por una actuación similar, en 1996, cuando trabajaba en El Puerto como pinche de cocina en un restaurante. El representante legal del hotel, que actuó como testigo, afirmó recordar «perfectamente al acusado, a pesar del tiempo transcurrido», y confirmó que T. G. D. «daba apariencia de solvencia económica, y dejó sus datos en la recepción, a través del DNI, así que para mí no hay ninguna duda». J. V. subrayó que «no hubo explicación, simplemente no apareció la última noche, dejando las 72.000 pesetas sin pagar».

Cuando se le preguntó al acusado por su situación en junio de 1997, fecha en la que presuntamente ocurrieron los hechos, explicó que vino a Jerez «a visitar una temporada ami hermana», y no se encontraba desempleado, puesto que «por aquel tiempo trabajaba de camarero».

La defensa alegó finalmente que «si dejó allí ropa, habrá que evaluar cuánto se resta de la cantidad que debe», y destacó el tiempo transcurrido desde que ocurrieron los hechos «hasta que se ha celebrado el juicio».