Los barrios cambian de cara

Objetivo, las personas. Bajo esta premisa trabaja el área de rehabilitación concertada de San Mateo y Santiago, que con poco más de un año de vida está «sembrando» para obtener resultados en muy breve plazo, en forma de mejoras en las condiciones de vida de los vecinos de estos barrios. De paso, garantiza la revalorización del patrimonio artístico y arquitectónico local.

De momento, la oficina tiene en marcha actuaciones para la recuperación de 197 viviendas, que según el coordinador provincial de las áreas de rehabilitación, Gabriel Almagro, y la directora técnica de la oficina jerezana, María José de la Orden, representan una inversión superior a los siete millones de euros.

Desde luego, es una mínima parte de los 187,6 millones de euros previstos para el desarrollo de un programa que estará vigente durante, al menos, diez años, abarcando 80,4 hectáreas y 2.800 viviendas del casco histórico y propiciando un entorno más habitable a unas 7.000 personas.

Aparte de los datos fríos, para Almagro esta iniciativa común de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento resulta imprescindible para frenar el éxodo de ciudadanos hacia la periferia y que el casco histórico «se quede para los extranjeros. Si no se vive en el centro, se pierde».

Pero para lograr este objetivo, está claro que resulta imprescindible hacer el centro más habitable, tanto su viviendas como sus equipamientos públicos. Y en este proceso tienen mucho que ver los propietarios e inquilinos, a quienes, según Almagro, se otorga el mayor protagonismo mientras la firma de convenios que detallan cada actuación.

Entre las actuaciones en marcha, destaca la adquisición de fincas por parte de Obras Públicas para abordar su rehabilitación integral. Son cuatro casas de vecinos, dos en Santiago (en calle Taxdirt y Cantarería) y otras dos en el entorno de San Mateo (Juana de Dios Lacoste y plaza Cocheras).

En todos los casos, se trata de inmuebles habitados cuyos vecinos permanecen realojados, pagando cada cual su arrendamiento con ayuda de la Junta.

Otro frente de la oficina es la eliminación de infraviviendas, con cinco intervenciones en las calles Liebre, Carmen y Cazorla Baja, plaza del Arroyo y Cuesta de la Encarnación. La directora técnica confirma que este mismo año estarán finalizadas las primeras de estas obras.

Aparte se cuentan las ayudas para reformas «de cualquier tipo» en el interior de las viviendas, 22 solicitadas en 2004 (once ya finalizaron) y otras 24, en 2005 (la mayoría aún en ejecución). De manera colectiva, las comunidades de propietarios también pueden acceder a subvenciones para el arreglo de zonas comunes, con intervenciones en marcha en tres casas de Cantarería, en plaza del Carmen 5 y Carpinteros 6.

Y esto es sólo el principio. Los responsables del área de rehabilitación esperan en que los vecinos conozcan y confíen en un organismo que dentro de poco podrá expandir su radio de acción a San Miguel. Eso será si las administraciones atienden las demandas de ayuda de los vecinos de este barrio singular, cada vez más numerosas en la oficina.