La Agencia del Agua achaca a los vertidos industriales la contaminación del Guadalete
Asegura que las depuradoras tratan las aguas residuales del 95% de la población
Actualizado: GuardarEl 95 % de las aguas residuales que se vierten al río Guadalete pasan por un proceso de depuración, según indicaron ayer fuentes de la Agencia Andaluza del Agua, el organismo que ha recibido las competencias de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
El mismo organismo indicó que desde la aprobación del plan de recuperación del Guadalete, en 1988, la Junta de Andalucía ha invertido más de 72 millones de euros en el curso medio y bajo del río. Esta partida se ha destinado principalmente a la construcción de las depuradoras de El Puerto, Arcos y Jerez. En este tramo del Guadalete, aún queda por ejecutar la depuradora de la pedanía arcense de Jédula.
En el curso alto, la inversión ascendió a 15 millones de euros, destinados a la construcción de 21 nuevas depuradoras. De ellas, todavía hay once plantas en construcción, entre las que se encuentran las de Bornos, el Coto de Bornos, Fátima, Prado del Rey o Benaocaz.
Otras tres plantas están punto de ser inauguradas. según la Agencia Andaluza del Agua. Concretamente, se trata de las estaciones de depuración de las localidades de Puerto Serrano, Algar y Espera.
Capítulo cerrado
A pesar de este retraso, que afecta a localidades pequeñas, el organismo indicó que más se depura los vertidos de más del 95% de la población de la cuenca del Guadalete, que se concentra sobre todo en Jerez, El Puerto y Arcos.
A la falta de la culminación de estos trabajos, el Gobierno andaluz da por cerrado el capítulo de depuración y de residuos urbanos. No obstante, queda por resolver el mantenimiento y puesta en marcha de las plantas, que son de competencia municipal. Según la Agencia, la Junta ha llegado a un acuerdo con la Mancomunidad de Municipios de la Sierra para financiar parte de los costes.
La mejora del tratamiento de las aguas residuales traslada ahora el campo de batalla a los vertidos industriales y la contaminación por nitratos procedente de las explotaciones agropecuarias, que constituyen ahora las principales fuentes de contaminación del río, y que no se ha resuelto durante la aplicación del plan de recuperación del río. Las fuentes consultadas tildan de «difícil resolución», este problema. Los ecologistas insisten en los perjuicios de las graveras situadas a lo largo del cauce del río, a las que culpan del vertido de lodos contaminantes a las aguas. .