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Adiós a los rabitos de pasas
El Ayuntamiento de Cádiz y el Colegio Oficial de Médicos han organizado un curso de Entrenamiento de la Memoria para personas mayores
Actualizado: GuardarLos remedios tradicionales para recordar las cosas han pasado a la historia. En el pasado han quedado los consejos de la abuela, comer rabitos de pasas y cambiarse el anillo de mano. Para recordar las cosas hay que ejercitar la memoria. «Esto es como ir al gimnasio a ponerse en forma, pero para la cabeza», comenta María antes de recibir el diploma.
Durante tres semanas, tres horas al día, Pilar San Nicolás, monitora del grupo, ha enseñado a estas personas cuáles son las cosas que deben hacer para recordar fechas, números o momentos. Mediante diferentes técnicas y, sobre todo, mucha atención, los participantes en el 31 curso de la memoria se acuerdan de las cosas «un poquito mejor», señala Antonio, el único hombre de ha formado parte de este curso.
La concejala de Salud del Ayuntamiento de Cádiz, Carmen Obregón, fue la encargada de entregar los diplomas, acompañada de la concejala de Juventud, Eloísa Zilberman. Obregón explicó que «este curso era una oportunidad para evitar que muchos los ciudadanos comenzasen a sufrir problemas de memoria. Los monitores han utilizado técnicas fotográficas, entre otras, para ejercitar la mente, y en un libro han realizado todos los ejercicios».
La concejala de Salud añadió que «en este curso no han participado personas que padecen alzheimer, porque esta es una enfermedad que debe ser tratada por otros especialistas».
Muy contentas
La mayoría de las participantes se sentían muy satisfechas con este curso. «Hemos aprendido a apuntarnos las cosas para evitar que se nos olviden. También, la monitora nos ha enseñado a crearnos hábitos. Así, haciendo una cosa todos los días y a la misma hora, nunca se nos olvidará».
A María se le olvidaban siempre las llaves en casa «pero ahora siempre las coloco en el mismo sitio, en el mueble que tengo en la entrada de la casa, y ahora las llevo siempre encima. Mis hijas están muy contentas, porque ya no las llamo para que me abran la puerta», comenta entre risas.
Así, y si se crean hábitos por días, también se evita que se olviden las tareas. «El lunes ir al supermercado, el martes sólo comprar los productos de droguería y el jueves, comprar el pescado en La Plaza», explica Rocío.
Así, con pequeños ejercicios como hacer un crucigrama, leer libros o, simplemente, leer el periódico todos los días, las personas mayores, y no tan mayores, evitan que su memoria se vaya deteriorando.
Además, con este curso de memoria, el Ayuntamiento de Cádiz y el Colegio Oficial de Médicos han conseguido mejorar la calidad de vida de sus participantes, «porque ahora no se me olvida ni la fecha del cumpleaños de mi nieto».