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Varios testigos dicen que el ex mando policial ordenó que le entregaran el cobro de las multas
El juicio por presunta apropiación indebida contra un responsable de la Policía llega a su fin
Actualizado: GuardarEl juicio por un presunto delito continuado de apropiación indebida, otro de estafa y un tercero de falsedad en documento oficial contra el ex intendente de la Policía Local gaditana, José Luis Quinteiro González, quedó ayer visto para sentencia en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Cádiz.
La presunta irregularidad cometida por el procesado aprovechando su cargo -el fiscal le acusa de haberse quedado con el dinero de las multas de pronto pago y de incluir a su esposa, M. R. M., en la plantilla de profesores, cuando la realidad era que esta no formaba parte del claustro, con el fin de cobrar la nómina- fue corroborada por los testigos a su paso por el estrado. «Cuando el imputado estaba de vacaciones en el mes de agosto, me llamó por teléfono para decirme que le guardara todas las denuncias que se habían cobrado y los boletines originales», manifestó Aurora García Márquez, funcionaria de la oficina administrativa de la Policía Local. Y agregó: «Me sorprendió un poco y di cuenta de la orden al superintendente. El problema económico del intendente era conocido, a mí incluso me debe dinero todavía».
Asimismo, Antonio Rosón, el superintendente jefe de la Policía Local de Cádiz, aseguró que «no tenía conocimiento de la existencia de esa orden (la entrega de los sobres con el importe de las multas)» por parte de su subordinado. «Me enteré de forma casual cuando Quinteiro estaba de vacaciones porque me lo dijo una funcionaria y quise ver alguna justificación, ya que el intendente era un tío muy preparado y gozaba de confianza», continuó
Las sospechas de Rosón se hicieron realidad cuando vio que «el dinero no había llegado a su destino». Desde la oficina administrativa le comunicaron que hacía mucho tiempo, como año y medio, que no se ingresaban las cantidades de las multas.
Rosón reconoció durante su paso por el estrado que Quinteiro tenía muchas deudas, con policías, auxiliares y algunos establecimientos. «Era conocido por todos. Yo quise ayudarle pidiendo un préstamo en un banco y buscando trabajo para su mujer», señaló
Por su parte, el acusado, Quinteiro, negó haberse apropiado del dinero de ninguna multa y aseguró durante la prueba testimonial que si había dado orden al personal administrativo para que le entregasen personalmente los sobres con el cobro de las denuncias era porque «así me lo habían mandado mis superiores» y que en «ningún caso fue motu proprio. Era una orden directa en forma del superintendente Rosón».