Amistades peligrosas en la provincia
Actualizado:La anunciada ruptura del pacto entre el PSOE y el PA en la provincia, confirmada ayer, pone de relieve lo coyuntural de las alianzas en la política gaditana y la situación de máxima tensión en los aparatos de los partidos de cara a las próximas elecciones municipales, a celebrar en 2007. A la vez, se evidencia que estamos en un juego de carambolas, de movimientos que se entrelazan y de complejas amistades peligrosas. Política, en fin, en su sentido más profundo y pedestre.
González Cabaña, secretario general del PSOE gaditano y presidente de la Diputación, cambia al PA por el PSA en la alianza que le mantiene en el despacho de la Plaza de España, y al mismo tiempo respalda el pacto que permite sentarse en la Alcaldía de Jerez a su compañera de partido, Pilar Sánchez, que ha logrado el cargo gracias al apoyo de Pedro Pacheco, del PSA. El incombustible Pacheco, que acaba de anunciar un plan de despliegue por toda la provincia, verá con muy buenos ojos que sus rivales andalucistas, en crisis interna, aguanten el chaparrón que se les viene encima sin el paraguas institucional y económico que le reportaba su presencia en la Diputación Provincial. La jugada sería perfecta si no fuera por la difícil relación entre Pacheco y Sánchez, tan cuestionada por una parte de su propio partido como respaldada por la cúpula socialista, pero el pacto, se asegura, está por encima de todo. Pacheco, en cualquier caso, sale ganando.
Una de las principales víctimas de este cambio de alianzas es Manuel María de Bernardo, alcalde andalucista de San Fernando, que además de tener que dejar su vicepresidencia de Diputación, puede verse abocado a una difícil situación en el Ayuntamiento, donde mantenía un «pacto de gobernabilidad» con el PSOE. Todo hace pensar que los socialistas, que aspiran seriamente a la Alcaldía en las próximas municipales, no le plantearán grave oposición para sacar adelante temas tan cruciales como los presupuestos o el PGOU. En esas que entra de pronto en escena la denuncia de una maniobra del PP para captar como supuesto tránsfuga a Enrique Moresco, a quien se daba por delfín de Hernán Díaz en IP y alcalde en el caso de que éste sea inhabilitado. El reconocimiento por parte del presidente provincial del PP, Antonio Sanz, de conversaciones con el ya ex-edil da qué pensar respecto a las sospechas de Cabaña. Hay que exigir que se aclare lo sucedido, pues es esencial para la salud democrática.
Queda un par de meses para que comience a contar el plazo en que no se podrá presentar mociones de censura. Conviene recordar a los responsables públicos que su misión es velar por el bien común y que el progreso de sus ciudades está por delante de los intereses partidarios .