URGENTE. Los vecinos reclaman una actuación urgente por la pésima situación de los pisos/ J. RÍOS
Jerez

Varias cornisas de cemento se derrumban desde cinco plantas de altura en Juan XXIII

Urbanismo interviene y acota la zona tras las quejas de los vecinos de la barriada

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Pasear por la barriada Juan XXIII puede resultar peligroso. Desde hace más de un año, algunas de las viviendas de la zona, que cuentan con casi tres décadas de antiguedad, se vienen literalmente al suelo.

El último episodio de la larga serie de destrozos y derrumbes que acumula el barrio, ocurrió el pasado jueves, cuando la cornisa de cemento de uno de los bloques de la calle Debla se cayó desde un quinto piso, situado a unos 20 metros de altura. «Cualquiera de estos días vamos a tener una desgracia», apunta Francisco Perea, de la asocación de vecinos. «Si la cornisa le cae a alguien encima, le mata». Pocos días antes, un trozo de friso de la azotea cayó a un patio interior, justo cuando una vecina salía a lavar la ropa. No resultó herida «de pura casualidad».

La barriada lleva más de tres años esperando una actuación integral por parte de la Junta de Andalucía, que todavía no ha iniciado la prometida intervención.

Santiago Casal, presidente de la Federación de Vecinos Solidaridad, recuerda que «es necesario establecer un criterio de prioridad en las actuaciones de rehabilitación de la Junta, porque las obras han comenzado en algunas zonas antes que en otras que lo necesitan mucho más». Añade que «para tratar el tema hemos solicitado al delegado provincial de Obras Públicas una reunión, sin respuesta hasta el momento».

En este sentido, Francisco Perea, recalca que la situación «es insostenible, porque hay calles, como Cartagena o Toneleros en las que la gran mayoría de los inmuebles están afectados».

A instancia de los vecinos, la Delegación municipal de Urbanismo ha perimetrado la zona, instalando vallas de protección, lo que constituye sólo «una solución provisional, destinada a salvaguardar la seguridad de las personas que viven allí».

La Barriada Juan XXIII está formada por 320 viviendas, donde habitan unos mil jerezanos «constantemente preocupados porque las casas no aguantan más, y quizá tengamos que plantearnos movilizaciones si no vemos una respuesta pronto».

Desde Solidaridad se insiste en que «por supuesto que estamos de acuerdo en que se intervenga en todas las barriadas de la ciudad que lo necesitan, pero entendemos que no se están teniendo en cuenta las urgencias de cada zona».