EMOCIONADO. El pregonero, José Francisco Trigo, realizó una exaltación de la Semana Santa que sorprendió a todos. / FRANCIS JIMÉNEZ
TEMAS DEL DÍA

Trigo muestra su Semana Mayor a Cádiz de la mano de la Virgen del Carmen

El cofrade presentó en el Gran Teatro Falla un excelente pregón mezclando la prosa y el verso Recordó a todas las hermandades y los sentimientos que despiertan a su paso por sus barrios

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los cofrades y cristianos de Cádiz vivieron ayer una jornada muy especial. Un año más, el Gran Teatro Falla fue el escenario elegido por el Consejo Local de Hermandades y Cofradías de Cádiz para celebrar la exaltación de la Semana Santa de la ciudad. El cofrade José Francisco Trigo Pérez, hermano de la Cofradía del Carmen y del Cristo del Silencio de Córdoba, fue el encargado que pregonar la Semana Mayor gaditana.

Aunque el acto comenzaba a las 12 de la mañana, media hora antes los cofrades comenzaron a tomar sitio en las butacas del Falla. En la puerta, el presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, Rafael Corbacho, el presidente del Secretariado Diocesano, Alfonso Caravaca, el teniente de alcalde de Hacienda y Patrimonio, José Blas Fernández, y autoridades militares esperaban en la plaza Fragela la llegada de la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, y del obispo de Cádiz y Ceuta, monseñor Antonio Ceballos Atienza.

El periodista Juan Manzorro fue el encargado de presentar el acto que comenzó, a las doce del mediodía, con el rezo de Ángelus. El miembro de la Permanente, Clara Posada, realizó la lectura desde el escenario del teatro mientas el patio de butaca, los palcos y el anfiteatro, permanecían de pie durante el rezo.

A continuación, la banda de música Nuestra Señora de las Mercedes-Maestro Alonso, de Bollullos del Condado, en Huelva, interpretó las marchas elegidas por el pregonero: Soleá, dame la mano, de Font de Anta; Reina del Mar, de Abel Moreno; Rocío, de Ruiz Vidriel y Cádiz Cofrade, también de Abel Moreno.

Palabras de emoción

Tras un pequeño descanso, las cortinas del Gran Teatro Falla volvieron a abrirse. El escenario había sido adornado por la Hermandad del Carmen, que colocó en un lugar privilegiado la cruz de guía de la cofradía del barrio del Mentidero, acompañada por las banderas carmelitana y de la cofradía. Varios centros de flores con gladiolos y claveles blancos, tres situados sobre el escenario y otros tres alrededor de la cruz de guía, daban luz a un espacio que sólo iluminaba el atril del pregonero. Tras el atril, estaban situadas las autoridades invitadas al acto, como la alcaldesa de Cádiz o monseñor Antonio Ceballos, entre otros.

El palco municipal estaba ocupado por los concejales del equipo de Gobierno, Juan Antonio Guerrero, Santiago Posada, Ana Peral, Evelio de Ingunza, Francisco Carnota y Antonio Castillo, y la concejal del grupo municipal socialista Marisa de las Cuevas.

El pregonero de 2006, José Francisco Trigo Pérez, fue presentado por el pregonero del pasado año, Antonio Moreno, que sólo tuvo palabras de elogios para Trigo. «La elección del Consejo Local no puede encontrar mejor aval de este devocionario de oraciones que el pregonero ha desgranado a lo largo de su vida en el seno de las hermandades gaditanas. Sin duda estamos ante un gaditano que conoce y ama a su tierra y sus más preponderantes señas de identidad», finalizó Moreno.

Después de una fuerte ovación, Trigo desvelaba el secreto mejor guardado de los últimos días: el pregón. Para sorpresa del público asistente, el pregonero supo mezclar la prosa y el verso con gran maestría desde la presentación del texto. «El recuerdo de aquella luz primera que abriera mis sentidos a la dimensión de tus horizontes aún se aprieta en mi sentido. Aquella vez primera que después se haría compañera infatigable en el pasar de la vida, a veces en sombras, a veces a cielo». Con estas palabras iniciaba José Francisco Trigo un excelente pregón.

Con este texto quiso agradecer a sus padres, a sus hermanos, a su esposa y a sus hijas, que le hayan enseñado a «amar a Dios, a la Virgen y a la Iglesia... Mi padre, que ya voló a las alturas, estará hoy encendiendo estrellas para dar color a su alegría».

Por toda la ciudad

«Dios espera el encuentro con el hombre, atravesando la espesura de nuestra fragilidad. Y el hombre siente la necesidad de esa búsqueda para encontrarse frente a frente con él. El cofrade, más que nadie, tiene la urgencia de salir al encuentro de Dios. El color de la Cuaresma es un revulsivo en el interior», decía Trigo para iniciar su particular recorrido por la Semana Santa gaditana.

Por barrio, y no por días, José Francisco Trigo explicó con excelente maestría las emociones que siente cuando presencia la salida procesional de estas cofradías por la ciudad. Y siempre, con una referencia especial a la Virgen María.

Devoción Mariana

Muy aplaudida fue el verso dedicado a la Virgen de las Angustias: «La Virgen de las Angustias lleva una pena en los labios cuando mece el desconsuelo recostado en Su regazo. La Virgen de las Angustias un dolor va murmurando a la luz de las estrellas la noche del Miércoles Santo... ¿Qué pena para una Madre! ¿Hijo muerto en el regazo! La Virgen de las Angustias lleva una pena en los labios, que nos va partiendo el alma la noche del Miércoles Santo». También fue muy aplaudida la alusión a la próxima coronación de la Virgen del Carmen, de especial sentido para el pregonero. «Esta tierra marinera siempre ha estado a las plantas de la Estrella del Mar ¿Cádiz! ¿Álegrate! Muy pronto podrán decir tus labios lo que venimos soñando hace ya muchos años: ¿Santa María del Carmen Coronada!», señaló.

El pregonero finalizó su discurso, muy emocionado, haciendo referencia a la Virgen de Las Penas. De nuevo en verso, Trigo habló su paso por el barrio de La Viña, de los sentimientos que despierta entre sus vecinos.

La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, declaró estar gratamente sorprendida por el pregón de José Francisco Trigo, como el presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, Rafael Corbacho, que se mostró su satisfecho por la elección de este pregonero».

A la salida, los cofrades que escucharon el directo al pregón despidieron con un fuerte aplauso a Trigo, que agradeció, emocionado, el afecto recibido por el público.

Después, Trigo se dirigió a la iglesia de la Palma, para ofrecer a la Virgen de las Penas el pregón que acababa de leer en el Gran Teatro Falla y, tras la visita a la Virgen, se desplazó hasta el Palacio de Congresos y Exposiciones para participar en un almuerzo.

Ya por la tarde, el pregonero acudió hasta la iglesia conventual de Santo Domingo para el besapie del Señor de la Sagrada Cena y rezar a la Virgen del Rosario.