EN LA BANDA. Puertorrealeños e industrialistas se emplearon a fondo en un choque a vida o muerte para ambos. / FRANCIS JIMÉNEZ
Cádiz C.F.

El Puerto Real se distancia de la quema del descenso a costa del Industrial

Un solitario tanto de Juanmi sirvió para que los de Escobar consiguieran la primera victoria como local en 2006

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El miedo a perder en ambos equipos propició un mal partido entre Puerto Real y Jerez Industrial en un duelo de necesitados para eludir el descenso, y que se llevaron los locales porque supieron amarrar el valioso tanto de Juanmi.

Tras más de cuatro meses sin ganar en casa por fin le llegó la victoria al Puerto Real en el momento más delicado, ya que una derrota le hubiera dejado en situación crítica. Los nervios atenazaron tanto a los dos equipos que la primera parte fue soporífera y lamentable en cuanto a espectáculo. Solo una acción de Carrasco al inicio del choque fue lo más destacado.

El segundo periodo comenzó, sin embargo, con otros aires por parte de ambos contendientes. Visto lo que se jugaban el empate no era bueno para ninguno de los dos. El primero en avisar fue el equipo industrialista con un disparo de Jhonny algo escorado pero con mucha portería a su favor. La réplica la dio el conjunto portorrealeño, a renglón seguido, en un centro de Óscar pero Juanmi remató de cabeza muy blandito a las manos de Villarán.

Próximo al cuarto de hora, una falta de estrategia al segundo palo es cabeceada por Paco Vázquez y remachada en la boca de gol por Juanmi estableciendo el 1-0. El tanto daba alas al conjunto verdiblanco en pos de un triunfo necesitado. Igual necesidad tenía también el Industrial, que le vio las orejas al lobo. Fontana cambiaría de táctica dando entrada a dos hombres arriba y jugándosela de manera descarada con una defensa de tres y otros tres hombres en punta. Pero de poco le sirvió a un equipo que no logra carburar en ataque y se muestra muy espeso con el balón en su poder para iniciar la ofensiva.

De este modo, el Puerto Real cedió el mando a los jerezanos y se dedicó a nadar y guardar la ropa e intentar finiquitar el duelo en una contra que nunca llegó. Lo que sí le vino fue la primera victoria del presente año en casa, aunque sea tras cuatro meses de tensa espera más vale tarde que nunca.