Mandados a pedales

La idea le rondaba a su creador desde septiembre. Gibraltar al fin se lo confirmó. Era momento de rescatar la figura del recadero que llevaba a casa los mandados del comercio de toda la vida. Todo un clásico de las calles de Cádiz. Allí, un monumento de los trabajadores de La Línea, quienes iban a su trabajo en bicicleta le inspiró para su sueño de retomar la tradición olvidada por el paso del tiempo del chicuco. «Un sueño de la infancia que retomo ahora con mis 38 años», apostilla el recadero.

Pasado

En un pasado no tan lejano, los ultramarinos los regentaban gente venida de Cantabria. A su cargo tenían un chico, de poder adquisitivo bajo que trabajaba en muchos casos por un pedazo de pan, encargado de hacer los mandaos y los recados de los ultramarinos para los señores pudientes de mediados de siglo aproximadamente.

Un servicio de mensajería a domicilio que ha cambiado de clientela de no gran postín por personas que viven a todo ritmo de ahí que trate de aliviar los problemas de tiempo que padecen muchas personas trabajadoras a la hora de hacer la entrega de documentos u objetos o la realización de recados y compras imprevistas de última hora.

De hecho, su principal apuesta está en que los servicios estén diseñados para poder ser realizados en el mismo día, y muchos de ellos en menos de treinta minutos. Una empresa, que vende tiempo y rapidez a sus clientes para que disfruten de su ocio y tiempo libre.

Sin embargo, los dueños buscan también un fin social, ya que se ocupa de ofrecer un servicio a las personas mayores y a discapacitados de ahí que desarrollen trabajos consistentes en llevar hasta casa las bolsas de la compra o el acercar un medicamento de urgencia a la farmacia de guardia. Y para ellos la empresa los beneficia con un 20% de descuento por el uso del servicio.

Mensajería

La bicicleta, además, realiza no sólo recados sociales sino que también desarrolla trabajos de mensajería en todo el área metropolitana de la Bahía de Cádiz y Jerez de la Frontera, usando los transportes públicos para los largos desplazamientos. Para muestra, un botón. Existe el servicio de 'desavio' cuando una empresa se queda colgado con algo. «El otro día, una empresa se quedó sin tinta y fue necesario que yo fuese a Cádiz de ahí que combinase la bicicleta con los medios de transporte, ya que uno tiene fondo pero no tanto», asegura Santi Mesa.

Aunque la empresa está dando sus primeras pedaladas gracias a ella se ha recuperado el patrimonio histórico que supone la figura del recadero y la incorporación de las nuevas tecnologías con el teléfono móvil, el correo electrónico e internet, que en un futuro muy próximo tendrá una página web, para ofrecer un servicio más ágil y eficaz.

Delegación en Cádiz

Su cuesta: el puerto de Tourmalet se verá superado el día en que instale una delegación en Cádiz ; por eso, anda en busca de jóvenes con ganas de trabajar para realizar este servicio de mensajería en la capital.

Un verdadero profesional que aún recuerda su primer encargo que consistió en la distribución de un boletín de cultura por la localidad y que le llevó incluso a Cádiz.

Así, a golpe de pedaladas y con alguna pájara de vez en cuando rueda por las calles como cualquier ciclista de la Vuelta a España El Chicuco trabaja con toda celeridad para atender los mensajes, mejor dicho los mandados de los clientes.