Fibromialgia
Actualizado: GuardarEn la vida, cuando nos toca algo desagradable de cerca, llámese enfermedad, accidente..., es cuando nos damos cuenta del problema de los demás; mientras tanto, ni escuchamos a los que nos hablan, sólo nos interesa lo nuestro; así somos los humanos, mayormente, insensibles a los sufrimientos ajenos, creemos que nunca nos llegan a nosotros, hasta que nos llegan. La palabra fibromialgia era desconocida para mí, me sonaba a arameo. Ahora intento informarme sobre ella para comprender más a los que la padecen.
Esta enfermedad, de origen difuso y que afecta a un 3 % de la población española, mayoritariamente a las mujeres, presenta síntomas muy diversos como son fuertes dolores por todo el cuerpo, en los huesos, en los músculos, tendones, espaldas, brazos..., agotamiento, mareos, vértigos, intensos dolores de cabeza, insomnios, ansiedad pronunciada..., y como consecuencia, la depresión, porque es muy desesperante para los que la padecen, con todo el significado de la palabra desesperación: no querer vivir soportando esos fortísimos dolores. Y lo peor es que hay que explicarla para que alguien te crea, y ni así lo creen; porque, aparentemente, se le ve estupenda, tiene un buen aspecto exterior; por lo visto estas personas, mujeres en su mayoría, han de ir vestidas de una manera desaliñada, despeinadas, sin maquillar ¿para que los demás las crean ¿ «Yo te veo muy bien!», «¿No será para tanto!», dicen unos y otros. Noches enteras sin pegar ojo, noches de sofá, retorcidas por el dolor, noches de llanto y de quejidos motivados por el fantasma de la fibromialgia, ya que los miles de análisis hechos no suelen reflejar esos dolores. Y a las seis de la mañana hay que arreglarse para ir al trabajo, y poner buena cara. J. Manuel Andrades Almena. Cádiz