HÁBITO. Un hombre fuma un cigarrillo en la puerta del Hospital Puerta del Mar. / ANTONIO VÁZQUEZ
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El tabaquismo motivó casi 4.000 consultas sanitarias en la provincia el año pasado

La patronal de hostelería sostiene que sus asociados «se han visto abocados a permitir fumar» y advierte de que, por ahora, muy pocos están dispuestos a adaptar sus instalaciones La principal preocupación de los empresarios es la responsabilidad ante infracciones

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El tabaquismo es el principal problema de salud pública en la provincia. Está asociado a 25 enfermedades diferentes y cada año provoca la muerte de 10.000 personas en toda Andalucía. Con el objetivo de ayudar a las personas que se proponen dejar de fumar, la Consejería de Salud ha abierto desde el mes de noviembre tres unidades de apoyo en los distritos sanitarios de Bahía de Cádiz-La Janda, Jerez y Campo de Gibraltar.

Según datos aportados por el Servicio Andaluz de Salud, los centros sanitarios de la provincia registraron durante el año pasado 3.796 consultas de deshabituación tabáquica. De ellas, 3.371 tuvieron lugar en los 38 centros de atención primaria gaditanos en los que se desarrollan programas personalizados y terapias de grupo para estos pacientes, y el resto de las consultas, 425, en las unidades habilitadas en el Hospital Puerta del Mar y en el Hospital de Jerez.

En toda Andalucía fueron casi 4.000 las personas que iniciaron un tratamiento de deshabituación en los puntos especializados de la red asistencial, según informó ayer la consejera del ramo, María Jesús Montero, durante la inauguración de las segundas Jornadas Andaluzas sobre Tabaquismo, que se celebran hoy y mañana en Chiclana.

Abandonar el hábito

Pero tras la entrada en vigor de la Ley Antitabaco el principal deseo de la Consejería es que a lo largo de este año se incremente el número de personas que acuden a los centros de salud para dejar de fumar. Con este objetivo, Salud ha editado cerca de 400.000 guías para profesionales sanitarios en las que se muestra cuál es el procedimiento que médicos y enfermeros deben seguir para ayudar a los pacientes a abandonar el consumo de tabaco.

La prohibición de fumar en los centros de trabajo incluida en la Ley Antitabaco ha contribuido a que se reduzca considerablemente la venta de cajetillas durante el mes de enero. Según apuntó la consejera, durante los treinta primeros días de aplicación de la norma se vendieron en Andalucía medio millón menos de cajetillas de tabaco que en enero de 2005. «Si los lugares de trabajo no son lugares donde se pueda fumar, se consume menos y también es un estímulo para las personas que se plantean dejar este hábito», afirmó Montero.

CENTROS DE TRABAJO

Bajo impacto empresarial

La aplicación de la Ley antitabaco no ha levantado humareda alguna entre los empresarios gaditanos, que no han registrado incidencias y aseguran que el proceso de cambio de hábitos en el trabajo se ha desarrollado «con normalidad». Ésta es la impresión trasmitida por Pablo Goicoechea, técnico de la Confederación de Empresarios de Cádiz encargado de atender las consultas relacionadas con esta normativa y su implantación en los centros de trabajo.

Para Goicoechea, las claves que han permitido que esta adaptación legal y funcional sea tranquila han sido el «sentido cívico de los trabajadores y la sensibilización entre los empresarios». Extrae esta conclusión porque, por ejemplo, ningún gerente ha consultado aspectos como las posibilidades y características de habilitar una sala de fumadores en sus empresas, lo que, a su juicio, indica que «los fumadores han asumido bien la prohibición, aunque, supongo, con cierta resignación». «Es cuestión de concienciación y cultura -continúa Goicoechea-, y al igual que en otros países se ha implantado sin problema, aquí también ocurrirá».

En cambio, las cuestiones que sí han suscitado el interés y el asesoramiento de empresarios han sido la responsabilidad ante posibles infracciones por incumplimientos de la ley, como trabajadores fumando en el interior de los establecimientos, y la instalación de cartelería. En torno a este segundo tema, los negocios están obligados a colocar carteles en la entrada de las oficinas o locales y en un lugar perfectamente visible. Para ello, el Ministerio ha puesto a disposición un «kit» de modelos en función del grado de prohibición (total o parcial), del permiso o de la habilitación de zonas especiales.

HOSTELERÍA Y RESTAURACIÓN

Abocados a permitir humo

Los propietarios de bares y restaurantes de la provincia «se han visto abocados» desde el principio a permitir fumar a sus clientes. Antonio de María, presidente de la patronal de hostelería Horeca (800 asociados), recuerda como el mismo dos de enero el propietario de un restaurante que había optado por no permitir el tabaco en su establecimiento retiró todos los carteles de prohibición tras perder por ese motivo a cuatro clientes.

«Han sido muchísimos los negocios que han abandonado la prohibición en estos tres meses. Es una situación que ya advertimos; la hostelería se mueve en márgenes de beneficio de entre el 8% y el 12%, y si un empresario se permite perder por cualquier motivo a uno de cada diez de sus clientes, ya está entrando en zona peligrosa», apunta De María.

Un estudio de la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR) cifra en el 31% del total la oferta de bares y restaurantes libre de humos en el país.

El problema que se plantea al sector tras la aplicación de la Ley Antitabaco es la adecuación de sus instalaciones a la norma, que tiene septiembre como fecha límite. De María advierte que la actitud de «indecisión e inseguridad» que transmiten las administraciones públicas sobre la Ley está provocando que los empresarios no inviertan en la habilitación de espacios específicos para fumadores. «Nadie va a gastarse el dinero si no tiene la seguridad de que lo que haga va a servir para muchos años, y ahora mismo nadie se fía de esta normativa», reseña.

Ahora, los empresarios de la hostelería aguardan «esperanzados» las propuestas de las comunidades de Madrid y Valencia para separar a fumadores y no fumadores con equipamientos y sistemas de ventilación, en lugar de con compartimentos e inmuebles en los establecimientos. «Parece que alguien está dispuesto a poner un poco de sensatez en la aplicación de la norma», sentencia el presidente de Horeca.